La empresa acata el decreto de Alcaldía y cierra la gasolinera de la Aduana

El cierre de la gasolinera de la Aduana es ya una realidad. Una hilera de conos y un cartel de 'Fuera de Servicio' evidencian lo que este periódico ya anunció hace una semana. De este modo, la empresa acata el decreto de Alcaldía y cesa la actividad de una estación de servicio que se ha visto envuelta en la polémica desde hace dos décadas. En estos momentos, sólo cabe esperar la decisión que se tomará con los trabajadores que viven en la incertidumbre de no saber cuál será su futuro.

Por su parte, el Ayuntamiento de Burgos no procederá al precinto de la gasolinera de la Aduana al entender que el cese de actividad de la estación de servicio es una realidad. Los depósitos de gasolina permanecen vacíos desde hace más de una semana y, en estos momentos, tampoco ofrece otros servicios secundarios.

La concejala de Licencias, Dolores Calleja, considera que «no procede realizar un despliegue policial» ya que la gasolinera ha dejado de servir combustible. Eso sí, «si el caso hubiera sido al contrario, lógicamente, la precintaríamos», matiza.

Así las cosas, la gasolinera se encuentra sin combustible y las estanterías de la tienda no han repuesto la mercancía y están vacías. De hecho, la empresa 'Estación de Servicio de Villafría S.A.' ya ha avisado a las empresas propietarias de las máquinas de refresco o de hielo para su retirada.

En cualquier caso, los siete empleados de la estación de servicio deben acudir a su puesto de trabajo, aún a sabiendas de que no tendrán ninguna tarea que realizar.

El último capítulo de este 'culebrón' ordenaba la clausura de la estación de servicio y el Ayuntamiento optaba por acatar la sentencia. Mediante un decreto de la Alcaldía ordenaba el cierre de la gasolinera.

Desde que se pronunciara el Ayuntamiento en este sentido, todos los movimientos han ido encaminados a la aceptación del decreto. A partir de este momento, la antigua Nacional-1 contará con una gasolinera menos. Un alivio para la estación de servicio de la competencia (Yrazusta), que opera a unos 700 metros y que ve cumplidos sus esfuerzos tras años de litigios.