El Ayuntamiento retirará los andamios de la obra paralizada en La Paloma

R. TRAVESÍ / Burgos

Hay determinados edificios en la ciudad que están gafados. Uno de ellos es el número 2 de la calle La Paloma, que ha estado plagado de incidencias que han impedido su pleno desarrollo y convertirlo en un inmueble de viviendas en pleno centro de la ciudad.Las obras, que corren a cargo de Promociones Manzanal 2000 (Promaz), están paralizadas desde hace años y los andamios ocupan parte de la calle, que se ha convertido en un lugar sucio y poco estético. El Ayuntamiento de Burgos se ha cansado de esta situación y ha decidido actuar de forma subsidiaria para cerrar la obra del edificio. La intención de la concejal de Licencias, Dolores Calleja, es retirar los andamios y el muro de cemento que delimita el inmueble antes de las Navidades. De momento, ya se ha adjudicado el contrato para la ejecución subsidiaria y el Consistorio insta a la empresa a llevar a cabo los trabajos en el menor plazo de tiempo posible.

Calleja justifica la situación que se ha prolongado tanto tiempo por la larga tramitación del expediente, que debe cumplir una serie de requisitos antes de proceder a actuar. El principal problema estriba en la dificultad que ha tenido el Ayuntamiento a la hora de comunicar a los propietarios del edificio la obligación de retomar unas obras o bien proceder a la retirada de los andamios. Ante la imposibilidad de ponerse en contacto con esta constructora, el siguiente paso fue la publicación de la orden en el Boletín Oficial de la Provincia (BOP).

Al igual que en otras ocasiones, el Consistorio realiza actuaciones que deberían correr a cargo de particulares o empresas, pero ante su desidia o inactividad que desemboca en una desobediencia provoca en último extremo la intervención municipal y la ejecución forzosa de las obras necesarias a costa del obligado. En la mayor parte de los casos corresponde al deber urbanístico de conservación de los inmuebles.

Calleja explica que el contrato en ese caso es atípico, porque apunta que la liquidación que se gira a la empresa genera un ingreso para las arcas municipales. «De un modo u otro se acaba cobrando», precisa. La constructora burgalesa Promaz ha presentado recientemente un concurso de acreedores ante las numerosas deudas contraídas con proveedores.

Multa de 345.000 euros

La historia del edificio de La Paloma se completa con una sentencia reciente del Juzgado de lo Contencioso Administrativo, que obliga a la mercantil Promociones Manzanal 2000 al pago de 345.581 euros por ejecutar la demolición del interior del inmueble, al considerarla una infracción muy grave de la Ley de Urbanismo de Castilla y León. No en vano, el juez recordó que la estructura del edificio estaba protegida por el Plan Especial del Centro Histórico y estar recogida en la propia licencia de obras que concedió el Ayuntamiento.

Se trata de una multa ejemplar y que era muy inferior a la resolución de la Gerencia de Urbanismo -de mayo de 2008- y del Decreto de Alcaldía -julio de 2008- por los que se giraba una liquidación por sanción de 751.265 euros. El juzgado número 1 estimó parcialmente la demanda de la constructora ya que respetó la fachada mientras se derribó el interior, referente a la estructura como patios, escaleras y forjados.

La empresa alegó en su momento que el vaciado del interior del edificio se debió al grave deterioro del inmueble y motivado por el tiempo que transcurrió desde que se solicitó la licencia hasta el comienzo de las obras.