El Correo de Burgos

Intenta atracar con un cuchillo a pleno día la sala de juegos de calle San Juan

El empleado resultó con heridas leves en la cara, pero redujo al ladrón en el interior

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Burgos

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E.V. / Burgos

Una historia con final feliz, pero que pudo tener otro tipo de desenlace. Y es que un hombre de 42 años, A.H.C., de nacionalidad española, armado con un cuchillo, intentó atracar ayer a plena luz del día, antes de las 11:30 horas, la sala de juegos de la calle San Juan e hirió levemente en el cuello y otras partes del cuerpo al empleado que en esos momentos se encontraba en su interior: J.R.O, de 49 años.

Al parecer no contó con la valiente respuesta de este trabajador. Le hizo frente, consiguió zafarse de él, reducirle y encerrarle en una de las dependencias de ese establecimiento hasta que llegó la policía, detuvo al atracador y le trasladó a Comisaría.

Además, fue este empleado el   que llamó por teléfono sobre las 11:35 horas al 112, alertando de lo que estaba ocurriendo en esta sala de juegos recreativos. El que permitió que se activase la alarma policial y se movilizasen las fuerzas de seguridad, tanto la Policía Local como el Cuerpo Nacional de Policía.

Desde la Policía Local se informó ayer de que la dotación que se había trasladado hasta el número 5 de la calle San Juan encontró a J.R.O. con la cara ensangrentada y muy nervioso. «Contó que había entrado una persona a la Sala de Juegos pidiendo cambios y que le había puesto un cuchillo en el cuello».

Sangre fría

Según el relato policial, este trabajador «demostró una gran sangre fría ya que consiguió zafarse del presunto atracador y encerrarle en una especie de garita que hay en la sala de juegos» para que fuese detenido por los agentes de la Policía Nacional como así ocurrió.

A este establecimiento de la calle San Juan se desplazaron también efectivos sanitarios, una UVI y una ambulancia de soporte vital básico, que trasladó al empleado al hospital General Yagüe para que fuera atendido de las heridas que presentaba. Según la información policial eran «cortes en el cuello y en otras partes del cuerpo» que, al parecer, no revestían gravedad.

Desde la sala de juegos de la calle San Juan no se quiso facilitar ayer ningún tipo de información. Un empleado se limitó a señalar por teléfono y personalmente que «no sé nada, me han mandado venir a trabajar». El local permaneció abierto con normalidad durante el resto de la jornada.

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