El Correo de Burgos

URBANISMO

De la Plaza España al Solar de la Evolución por un San Lesmes peatonal

Inauguración de uno de los proyectos más ambiciosos del II Plan de Peatonalización. Los dulzaineros y el mirador, nuevos elementos

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Burgos

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R. TRAVESÍ / Burgos

El proyecto más ambicioso del II Plan Municipal de Peatonalización del Centro Histórico, el que afecta principalmente a las calles San Lesmes y La Puebla, está ya concluido e inaugurado. Se gana así un espacio para el peatón en detrimento del vehículo con el cierre del tráfico rodado.El alcalde Juan Carlos Aparicio ha visitado muchos de los proyectos que se realizaban en el centro de la ciudad y, en alguna ocasión reconoció que las obras de San Lesmes harían «de este conjunto cercano al viejo cauce una de las actuaciones más espectaculares del plan».

Se refería a la puesta en valor del río Vena, que con el corte al tráfico de la calle en el lado más cercano a la antigua muralla en ese tramo, y al embellecimiento del Camino de Santiago. Ayer, durante la inauguración del nuevo paseo peatonal de San Lesmes ofreció otro argumento, ya que la calle supone un corredor peatonal desde la Plaza de España hasta el Solar de la Evolución Humana, una vez que ya se dotara de una nueva configuración a la calle Gran Teatro. «Si aspiramos a que ese espacio sea el gran foco de atracción de visitantes, era necesario contar con un itinerario amable, que sirva de entrada al antiguo solar de Caballería», precisó el alcalde.

Un itinerario peatonal formado, primero, por el moderno edificio de la muralla diseñado por el arquitecto catalán Albert Viaplana. El entorno que forma la plaza de San Juan y San Lesmes ya cambia de manera considerable con este inmueble y sólo es el principio, porque la nueva Biblioteca Pública del Estado, cuyas obras comenzaron hace unos meses, tendrá una fachada enteramente de cristal seriagrafiado. El nuevo edificio de oficinas de Raimconsa con cuatro alturas más ático -que está concluido y del que ya puede verse parte de su fachada principal- está situado junto a a dos monumentos de alto valor artístico como la iglesia de San Lesmes y el arco de San Juan, lo que hace que no pase indiferente a nadie. Hay opiniones para todos los gustos, pero lo cierto es que la ‘casa de la muralla’ tiene un diseño moderno pero con una estética que no desentona con el casco histórico, gracias a las láminas de maderas en su fachada inclinada.

Restauración Cubo de la Cava

Otra de las paradas obligadas es el Puente de San Juan que, tras los trabajos de limpieza, luce una piedra más blanca, al igual que los muros de mampostería del cauce. Si continuamos el recorrido hacia la calle Vitoria nos encontramos con el Cubo de la Cava, cuya parte baja que estaba con ladrillos ha sido reconstruida al tiempo que todavía se trabaja en su interior.

Junto a este elemento de la antigua muralla del siglo XIV se encuentra un conjunto escultórico de dos dulzaneiros. Personajes entrañables con los que la ciudad estaba en deuda -sobre todo después de la colocación del Tetín y el Danzante-, que son obra de Teodoro Ruiz. Una escultura que ayer quedó inaugurada de la mejor manera posible, con la participación de los miembros de la Asociación de Amigos de la Dulzaina y el Tamboril, que hicieron sonar por San Lesmes sus instrumentos. Era la forma de rendir homenaje a las personas que mantienen vivas las tradiciones y el folklore de Burgos.

El itinerario del nuevo paseo peatonal se completa con un pequeño mirador, a la altura de los cubos de la muralla. La balconada en forma elíptica, con predominio de los elementos de madera, tiene unas dimensiones reducidas pero suficiente para disponer de otra visión del río Vena. El final del recorrido finaliza en el puente de Las Viudas, también con nueva imagen tras su limpieza.

El alcalde estuvo acompañado durante la inauguración por la subdelegada del Gobierno, Berta Tricio, puesto que la financiación de esta peatonalización al igual que todas las realizadas en el centro histórico de la ciudad han corrido a cargo del Fondo Estatal de Inversión Local -Plan E-. El proyecto ha actuado sobre una superficie de 5.680 metros cuadrados con un presupuesto de 2,8 millones de euros y un plazo de ejecución que se ha prolongado durante siete meses. Aparicio destacó una obra que ha cumplido «en tiempo y forma» gracias a la buena labor de la empresa encargada de los trabajos y a los acabados de los materiales. Además, se aprovechó para realizar una ampliación y renovación de los servicios generales.

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