El Correo de Burgos

«Nadie va a detener nuestro imparable futuro como ciudad multicolor»

En representación de las peñas, José Manuel Carbonell y Miguel Santamaría defienden en su pregón el potencial de Burgos para ser Capital Europea de la Cultura. Repasa en vídeo los mejores momentos de este evento multitudinario

Pregón de las fiestas de San Pedro 2023.

Pregón de las fiestas de San Pedro 2023.SANTI OTERO

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De tú a tú para una Plaza Mayor enfervorecida. Dos viejos amigos en el balcón del Ayuntamiento de Burgos, siempre al pie del cañón desde la Hermandad y la Federación de Peñas, eran los encargados de dar el pregón inaugural de las fiestas de San Pedro y San Pablo 2023 haciendo gala de su buen humor sin ocultar lo «nerviosos» que se encontraban ante tamaño encargo. 

José Manuel Carbonell y Miguel Santamaría traían el guion escrito de casa, pero por momentos daba la impresión de que la conversación surgía de manera espontánea. En cualquier caso, las cosas como son, lograron conectar rápidamente con los miles de burgaleses entregados a este simbólico pistoletazo de salida.

«Los de Gamonal... ¿dónde están? ¡Que levanten la mano!», animaba Carbonell desde lo alto como si esperase una mezcla de aplausos y quejas guasonas por parte de los vecinos de otras zonas. Pero aquí caben todos, y no dudaron en enumerar los barrios de la ciudad, de norte a sur y de este a oeste, llegando incluso hasta Cótar, Cortes o Villalonquéjar. Alguno, como apreció Santamaría, llegó a levantar la mano «dos veces». O todas. Lo mismo daba porque los Sampedros forman un único distrito.

Había mucho que agradecer. A la anterior Corporación por confiar en ellos y a la nueva por su apoyo. «No sabéis el error que habéis cometido», advertía Carbonell justo antes de que su compañero se pusiese un pelín serio para reconocer que ambos venían en disposición de «poner el corazón en esto» con el «orgullo» a flor de piel.

La lista de agradecimientos era larga. Y no podían faltar las peñistas, «gente comprometida que entrega su tiempo también en hacer que los demás lo pasen bien». Dicho esto, Santamaría explicó que integrarse en una de estas agrupaciones es sinónimo de «aprender y cultivar los valores humanos más bellos» junto a otros menesteres como «las artes plásticas, el servicio, la honestidad, la tolerancia, la libertad y la comprensión».

Dispuestos a contribuir en la consolidación de «un Burgos más vistoso y festivo en el que las peñas se involucren y hagan ciudad», tanto Santamaría como Carbonell defendieron la candidatura de la ciudad a Capital Europea de la Cultura en 2031 partiendo de una fortaleza innegable: el hecho de vivir en «una tierra milenaria que nos hace mantenernos unidos».

«Queremos decir bien alto que nadie va a detener nuestro imparable futuro como ciudad multicolor, ciudad amiga de todos y de todas. Ciudad en la que poder formar una familia y vivir una vida tranquila, ciudad de acogida y abrazo», expresaba Santamaría con la voz prácticamente quebrada. Para entonces, la Plaza Mayor ya era un hervidero. Aún así, tuvieron a bien lanzar unos versos al aire culminando su pregón con un buen puñado de vivas a Burgos y, cómo no, a San Pedro y San Pablo.

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