Sin cobrar lo que le deben y de nuevo sin contrato: «Me niego a tocar en las fiestas de Burgos»

Cuando le ofrecieron la posibilidad de actuar por segundo año consecutivo en el escenario de los Cuatro Reyes con motivo de las fiestas de San Pedro, el músico burgalés David Send confiaba en que el Ayuntamiento de Burgos solventase la deuda contraída con las bandas locales que tocaron el año pasado en dicho enclave. También, cómo no, que hubiese un contrato sobre la mesa. Un documento que, en 2024, brilló por su ausencia. 

Después de recibir «largas» durante meses, David Send volvió a ser invitado hace unos días al Cuatro Reyes con la promesa de que percibiría el caché adeudado y el de ahora. Eso sí, «de contrato no se habla». En base a ello, tomó la decisión de plantarse. Según sus propias palabras, «me niego a tocar en las fiestas de Burgos hasta que se solucionen las cosas». 

Con el fin de visibilizar esta situación, el músico compartió un breve comunicado a través de las redes sociales en el que califica de «vergüenza» lo sucedido. «No podemos permitir estas faltas de respeto», señalaba mientras solicitaba públicamente que «dejen de reírse de nosotros». Su mensaje, que se ha viralizado a lo largo de los últimos días, pone además de manifiesto que «querer a Burgos» conlleva, inexorablemente, «respetar su cultura». 

Tal y como apunta David Send en declaraciones a este periódico, no tiene «nada en contra» de las bandas que han decidido participar. De hecho, entiende perfectamente que «a todo el mundo le gusta tocar en las fiestas». También a él, por supuesto, aunque cree que la gota ya ha colmado el vaso. Por otro lado, agradece el «apoyo» recibido por infinidad de personas y grupos desde que lanzó su comunicado. 

Al margen de este asunto, le parece «muy triste» que la programación en los Cuatro Reyes se haya gestionado con tanta premura. En su caso, le contactaron el lunes para ver si quería actuar. Y aunque es consciente de que este plante pueda jugar en su contra de cara al futuro, no duda en exigir «respeto» a la escena local mientras reivindica «más espacios para tocar, que se hagan más cosas contando con nosotros y que no se nos tenga como la última mierda».