Los pozanos homenajean a San Blas con la tradicional Danza del Escarrete

GERARDO GONZÁLEZ / PozaLa tradicional danza del Escarrete volvió a reunir como cada año a pozanos y visitantes en la Plaza Nueva en esta edición libre de la lluvia habitual en esta jornada. Más de dos centenares de espectadores siguieron las evoluciones de los danzantes que demostraron una gran habilidad en este antiguo baile, no exento de dificultad.Como es costumbre, al acto asistieron numerosas autoridades y cargos electos de diferente signo político que, en esta festividad, aparcan sus diferencias y comparten una de las tradiciones más antiguas de la provincia.La peculiar danza de la villa salinera esta protagonizada por cuatro parejas de jóvenes que danzan alrededor de gallinas y conejos en solicitud de un año próspero para la familia. Antiguamente esta danza la llevaban acabo las parejas que habían contraído matrimonio ese año, simbolizando los animales domésticos la prosperidad del nuevo hogar.Tras la diáspora de población que en La Bureba supusieron los años 60, desapareció esta costumbre permaneciendo en el olvido durante varios años y fue rescatada por iniciativa de la Cofradía de San Blas en los años 70.La pérdida de población causó una caída de parejas casaderas por lo que se cambió este requisito abriéndose a parejas jóvenes o simplemente de pozanos conocedores del tradicional baile.Para garantizar que el Escarrete no vuelva a caer en el olvido las nuevas generaciones de pozanos ya conocen y participan en la danza. Así se contribuye de forma definitiva a la conservación de la tradición que debido a su antigüedad y fuerte arraigo en la villa fue declarada de Interés Turístico Regional por la Junta de Castilla y León.También, adelantándose a los tiempos, se eliminó el sacrificio de los animales en la danza simulando los golpes de la espada con la que en el pasado se mataba al animal.En la recuperación de esta fiesta hay que destacar la decisiva actuación de la Cofradía de San Blas, que prácticamente existe desde la fundación de la villa salinera, muchos de los cuales son mujeres.Como desde hace siglos esta fiesta peticionaria comienza con el canto de la Salve en la iglesia de San Cosme y San Damián en la que se adora a la reliquia y se canta el Himno de la Virgen de Pedrajas. Finalizado el acto los danzarines cruzan la Plaza Vieja accediendo a la Plaza Nueva por el Arco del Conjuradero encabezados por el mayordomo.Arribados al templete la Banda Municipal de Música, otras de las formaciones con mas arraigo en la villa, toca las piezas en las que en primer lugar los hombres bailan alrededor de las gallinas y conejos, entregándose al relevarse la espada con cintas, cerrando el baile individual las mujeres para finalmente bailar juntos en torno a el portador del palo donde cuelgan las dos gallinas y los dos conejos símbolo del hogar familiar.La vistosidad de los trajes da color a esta danza estando muy definido cada uno de los detalles que los conforman par no romper la tradición. Este año los varones han estrenado nueva vestimenta que ha sido confeccionada por las monjas clarisas de la vecina localidad de Castil de Lences. No se conoce con exactitud el origen de esta singular danza, que no tiene equivalentes en la comarca, pero su formato en el que se baila a la pata coja alrededor de los animales y el hecho de que se realice, ahora , un sacrificio la sitúan en un tiempo muy lejano.