Un 'peaje social' en la AP-1, nueva propuesta para estudiar

GERARDO GONZÁLEZ / Briviesca

El abanico de posibilidades para dar solución al farragoso asunto de las infraestructuras entre Miranda y Burgos cuenta con una nueva propuesta hasta ahora no incluida en las posibilidades barajadas públicamente.

Varios usuarios de la autopista consideran que la aplicación del 'peaje social' sería una forma de resolver de forma «rápida» el complicado tema del peaje.

Según han afirmado, este sistema de pago reducido a los usuarios empadronados en la provincia, con mayor descuento para los residentes en la zona, no precisaría de acuerdos políticos sino meramente económicos.

De hecho, este sistema viene aplicándose hace varios años en la AP-68 y el pasado año se amplió al tramo alavés de la AP-1 con condiciones muy similares.

La ventaja de esta fórmula reside en que solamente sería preciso un acuerdo entre la concesionaria y el Ministerio de Fomento bajo criterios exclusivamente económicos. Dado que no se trataría de un 'peaje en la sombra' sino un 'peaje blando' de carácter restringido, su coste de financiación sería muy reducido.

Al tiempo, no se rompería el criterio general de 'el que usa paga' ofreciendo una alternativa segura, rápida y económica, según los usuarios, de cara a las futuras obras de la N-I.

Aunque no es la primera vez que se plantea en la comarca burebana la posibilidad de un peaje reducido para los residentes, en esta ocasión está avalada por un modelo ya probado.

De hecho, según fuentes de colectivos relacionados con la N-I, desde la concesionaria se ha mostrado voluntad de buscar una solución donde el 'peaje social' tendría encaje.

La nueva posibilidad cuenta, según los usuarios, con la ventaja de que se trataría de una fórmula «temporal» ya que la liberación total de la AP-1 se producirá en menos de una década.

Igualmente, afirma que al tratarse de un peaje reducido a los usuarios burgaleses no repercutiría de forma sensible en los beneficios de la empresa concesionaria.

Este matiz viene dado por la posibilidad de que se amplíe a un tercer carril la AP-1, según las previsiones del Ministerio de Fomento mediante un convenio con la concesionaria de la autopista.

La posibilidad de que esta propuesta fuera considerada discriminatoria para el resto de los usuarios fue rechazada al existir ya esta fórmula operativa desde hace años en territorios limítrofes. Otro dato a considerar es que no afectaría en el cobro por parte de los municipios que se encuentran en su trazado burebano de la parte del IBI correspondiente al Estado recientemente logrado en los tribunales. 

Desde 2001

El modelo de 'peaje social' al que se refieren los usuarios burebanos de la AP-1 se puso en marcha en el año 2001 en la autopista AP-68 en su tramo alavés.

Estas ayudas se conceden a los empadronados en el territorio que deben desplazarse para acudir a su lugar de trabajo, ya sea en Vitoria o en Vizcaya.

Existen dos tipos de subvención en función del lugar de residencia ya que los residentes en la comarca por donde discurre la autopista pueden optar a más descuentos. Así, a los que realizan menos de 20 trayectos al mes, se les reintegra la mitad del viaje mientras que a partir de 20 desplazamientos la ayuda es del setenta y cinco por ciento.

Para el resto de los alaveses, también se siguen los dos parámetros de hasta 20 y más de 20 traslados, pero en este caso los descuentos son del 25 y el 40 por ciento respectivamente.

El procedimiento de uso simple ya que una vez inscrito, siendo requisito imprescindible estar empadronado en Álava, el conductor abona el peaje establecido.

Este pago puede ser mediante el sistema de telepeaje o bien con una tarjeta bancaria de las entidades que gestionan la bonificación. Las cantidades bonificadas le son reintegradas a la cuenta del usuario de forma trimestral.

La buena aceptación de este sistema en la AP-68 ha llevado a extender la fórmula al tramo alavés de la AP-1 el pasado año estableciéndose una norma singular para la autopista.

Cabe destacar, que este peaje social es de aplicación a vehículos ligeros, aunque en el caso burebano los usuarios consideran que también podría aplicarse a los pesados. Esto es así ya que las futuras obras en la N-I repercutirían de forma muy especial en los recorridos interprovinciales de los transportistas que tienen en el tiempo de conducción un factor determinante. Tampoco ven con malos ojos la posibilidad de que se aplique el sistema vigente en el tramo riojano de la AP-68 en el cual el peaje es gratuito en determinados recorridos.

Recuerdan que este acuerdo ha exigido un convenio entre el Gobierno autonómico y el Estado tras un largo periodo de negociación. De hecho, la 'liberación' de estos recorridos fue inicialmente asumidos en solitario por el Gobierno riojano.