Denuncian irregularidades en el derribo de un edificio ruinoso en Hermosilla

G. GONZÁLEZ / Briviesca

La actuación de derribo de una antigua casa en ruinas en la localidad de Hermosilla, pedanía de la villa de Oña, ha añadido un nuevo capítulo a una historia que se remonta a mediados del 2007. Según el propietario de una vivienda aledaña al citado inmueble, tras varios años de denuncias solicitado su derribo este se ha producido «de forma irregular».

Por ello, ante la decisión de la Junta de Gobierno del Consistorio oniense que le fue notificada la demolición cuanto esta ya se ha llevado a cabo, el denunciante de la situación ha interpuesto un Recurso de Alzada.

Sus motivos se fundamentan tanto en hechos ocurridos como en numerosos documentos oficiales que, según el afectado, corroboran una actuación irregular que vulnera un amplio número de leyes.

En su escrito, afirma que tras la publicación en este diario de la situación tres días después, según el testimonio de vecinos de Hermosilla, «un desconocido con una pala mecánica» inició la demolición del edificio declarado en ruinas.

Posteriormente, en la reunión del 17 de septiembre de 2009 de la Junta de Gobierno del Ayuntamiento de Oña se requiere de nuevo a la propiedad del edificio la demolición en el plazo de un mes. Lógicamente, en esta petición se exige el cumplimiento de todas las medidas de seguridad y requisitos del plan de demolición cuando en realidad este se había derribado de forma efectiva hacía más de un mes.

Pese a esta clara diferencia entre realidad y proceso administrativo, el expediente se da por ejecutado a finales del mes de octubre sin ninguna consideración destacable.

Según el recurrente, el Consistorio no ha intentado exigir responsabilidades a la persona o personas que ejecutaron la demolición en agosto sin tener en cuenta ninguna de las medidas de seguridad del proyecto de demolición existente y aceptado por la Junta de Gobierno. A ello, se añade que esto ha puesto en peligro la seguridad de los vecinos y edificios adyacentes ya que fueron cortadas vigas comunes que sustentaban parte de la estructura del derribado.

Asimismo, la pared común, de adobe, ha quedado sin un soporte físico que garantice su estabilidad máxime siendo su material de construcción muy sensible a los fenómenos meteorológicos.

Como colofón a esta situación, tras la demolición los escombros no fueron retirados del solar lo que ofrece, según señala, un óptimo hábitat para roedores y reptiles con el consiguiente riesgo para la salud de los vecinos. El solar permanece sin vallar con una altura de restos notable y tras el crudo invierno los deslizamientos de barro en su entorno son continuados.

En su recurso el afectado cita no menos de tres incumplimientos de la legislación vigente en distintas áreas además de recordar los acuerdos contradictorios de la Junta de Gobierno sobre el expediente en los últimos años. El recurrente seguirá adelante con la decisión para  «no permitir que se de carpetazo a un asunto que va contra la legislación y el sentido común».

Señala que la indignación que le produjo que, tras años de trámites, se le diera de forma oficial la razón y a renglón seguido todo lo contrario,  continuará adelante con los trámites legales.

Entiende que si es grave que un ciudadano no respete las leyes, más aún lo constituye que una administración pública no vele por su cumplimiento limitándose a tramitar papeles que no reflejan la realidad.