Comienza la campaña de poda de los 22.000 cerezos de Caderechas

GERARDO GONZÁLEZ / CaderechasLas delicadas tareas de poda de los árboles es la primera etapa de la campaña de la cereza de este año por lo que los fruticultores ya trabajan en las fincas siempre que la meteorología y el estado de los suelos lo permite.El correcto podado marca la diferencia entre una producción abundante y de calidad del árbol motivo por el cual se realiza de forma totalmente artesana con la única incorporación de las tijeras eléctricas.Así con el tradicional método de cortar una a una las ramas con tijeras se ‘diseña’ el ramaje para que en la primavera la floración sea lo más equilibrada posible.Esto es especialmente importante ya que una poda realizada correctamente tanto las flores como sus frutos recibirán la cantidad óptima de sol que genere frutos de alta calidad tradicionales del valle.Un importante factor es que tanto el estilo de corte y forma de ramaje es distinta siguiendo las peculiaridades y ubicación de las fincas. Por ello el conocimiento adquirido generación tras generación de los fruticultores sobre el terreno es uno de los valores más apreciados en esta tarea.A ello se añade la incorporación de nuevas técnicas tratadas en los dos cursos de formación organizados por la asociación que, por su interés, han abierto los cursos formativos.Una cifra que permite vislumbrar el trabajo que se desarrolla en el Valle de Caderechas es la cifra de cerezos con que cuenta la Asociación de Productores que ostenta las Marcas de Garantía de cereza y manzana reineta.En la última campaña los veinte productores asociados contabilizaban en total 22.000 cerezos, repartidos entre las 55 hectáreas que se rigen por las restrictivas normas de la Marca de Garantía, anteponiendo la trazabilidad de las cerezas a la producción masiva del fruto.El incremento de cerezos ha sido en los últimos años de entre un 10 a 15 por ciento lo que ha permite suavizar los perjuicios de las inclemencia meteorológicas.En el conjunto del vale se estima que existen más de 130 hectáreas de cerezos con que la producción en años benévolos puede rondar el millón de kilos de las cuales alrededor de 200.000 kilos cuentan con la Marca de Garantía.También en esta época se aprovecha para realizar las plantaciones o eliminación de los frutales apreciándose un aumento de los cerezos en relación a los manzanos.Además de la posibilidad de que no arraiguen los pequeños árboles en el valle las fincas cuentan con enemigos naturales.Estos son los corzos que se alimentan de los recién plantados y de las cortezas de los más jóvenes lo que obliga a tomar medidas disuasorias. En algunos casos incluso ha sido preciso vallar en su totalidad las explotaciones ante los daños de estos animales que en pocas horas son capaces de arrasar toda una nueva plantación.Pero sin duda el mayor riesgo para los productores es una climatología adversa tanto en la preparación como en el resultado final de la campaña. A fecha de hoy el invierno ha dejado muy húmeda la tierra en el valle, lo que ha ralentizado en parte el comienzo de la poda, por lo que la sequía no es un factor a considerar.Si las precipitaciones de limitan a las lluvias de temporada y el clima no registra cambios bruscos los resultados en cantidad y calidad de esta campaña serían positivos.La necesidad de un control y cuidado permanente de estos cultivos hace que los fruticultores apenas cuenten con periodos de tranquilidad a lo largo del año siendo los más activos en la campaña de recogida.