La pesca resurge en Briviesca

GERARDO GONZÁLEZ / Briviesca

Los ríos burebanos en general y el Oca en particular están siendo cada vez más frecuentados por jóvenes pescadores que han incluido este deporte entre sus actividades de ocio. La afición a la pesca en Briviesca es de tan larga tradición que forma parte de su lema popular, 'Briviesca. El que no caza. Pesca'.

El paso del tiempo hizo caer la cifra tanto de cazadores como de pescadores, pero en este último deporte existe una creciente presencia juvenil empeñada en cambiar la situación.

A fecha de hoy, resulta ya frecuente ver a jóvenes pescadores que practican este deporte por puro espíritu lúdico en los tramos sin muerte de los ríos.

Una importante parte de este resurgimiento de la afición a pescar es fruto de la labor del colectivo GreenOca formado mayoritariamente por jóvenes.

Tras unos primeros pasos organizando talleres, en los que veteranos pescadores mostraban las técnicas para preparar cebos artificiales, después se recuperó el desaparecido concurso de pesca local.

En la misma línea, se formó a los interesados en la técnica de preparación de los aparejos, tipos de cebos e incluso el correcto lanzamiento del sedal.

Otra importante aportación fue la de informar a los jóvenes interesados en la pesca en la forma de practicar el deporte de forma respetuosa con la fauna piscícola.

Una de las ventajas para los aficionados a la pesca con que cuenta Briviesca y por extensión toda la comarca es su abundancia de ríos que la cruzan donde practicar el deporte.

De hecho, en el propio casco urbano de la ciudad se puede tirar la caña sin necesidad de largos desplazamientos al contar con un largo tramo de río de pesca libre sin muerte.

Esta modalidad es exactamente igual que la de captura de ejemplares con la excepción de que se utilizan cebos que permiten devolver los ejemplares capturados sin daños al agua.

Pese a su notable descenso en comparación con el pasado en las aguas del Oca, incluso en su tramo más cercano a la ciudad, se pueden capturar truchas de un tamaño respetable lo que anima a los jóvenes pescadores.

Actualmente, un buen número de briviescanos están federados en la práctica de este deporte y dada la creciente afición es muy posible que su número aumente a cifras consideradas habituales en el pasado.

A su favor, cuenta con que con muy poca inversión inicial se puede practicar este deporte, lógicamente respetando la legislación vigente y contando con la preceptiva licencia.

Para los noveles una sencilla caña y los aparejos imprescindibles sirven para tomar contacto con el deporte y comprobar si resulta de su agrado. Una vez dentro los complementos se ajustan al tipo de pesca que más agrada al igual que la calidad de las cañas y los distintos tipos de aparejos y cebos.

Una recomendación importante es practicar este deporte, hasta lograr la seguridad y destreza necesaria en el medio, acompañado de personas con conocimientos en el mismo.

Aunque muy escasos puede producirse una caída al desplazarse en la rivera en zonas poco concurridas e incluso con escasa cobertura de telefonía móvil.

Los jóvenes aficionados a este deporte lo califican como ideal para ocupar el tiempo libre de múltiples formas y disfrutar de la naturaleza.

Señalan que además del tiempo dedicado sobre el terreno a la preparación de los cebos y la planificación de las salidas son labores que producen mucha satisfacción.

Igualmente, rechazan el concepto habitual de que la pesca puede resultar aburrida afirmando que escuchar la música favorita mientras se pesca es una experiencia muy interesante además de poder desconectar de la rutina habitual.