Atrapan a un furtivo con trece cabezas de corzo

GERARDO GONZÁLEZ / BriviescaEl resultado final de una investigación que arrancó en el año 2008 para acabar con una presunta práctica de caza furtiva en la zona del Valle de las Caderechas se ha saldado con éxito para la Benemérita. La operación que permitió sorprender al furtivo comenzó a finales del mes de julio cuando se detectó la presencia de un vehículo sospechoso en la zona.Dado que las informaciones previas con que contaba la Guardia Civil señalaban a un cazador andaluz como presunto autor de caza furtiva en cotos, donde abatía a numerosos corzos de forma ilegal, se organizó un dispositivo de control y seguimiento.Cabe destacar que el periodo apto para la caza terminaba el día 31 de julio por lo que la presencia de este vehículo daba veracidad a la información recabada desde el inicio de la investigación.Con el fin de evitar su posible huida sin ser identificado efectivos del Seprona de Briviesca, miembros del destacamento de Oña y del cuartel de Quintana Martín Galíndez vigilaron en relevos continuados al mismo.Fruto de esta labor en el momento que el sospechoso de disponía a abandonar la zona los agentes procedieron a interceptar el mismo. En el registro se localizaron ocultas en el maletero del vehículo 13 cabezas de corzo macho congeladas sin los precintos reglamentarios por lo que se procedió a denunciar al cazador decomisándose las cabezas.Esta es una de las mayores incautaciones de piezas cazadas de forma ilegal en la comarca burebana siendo posible por la coordinación entre los puestos y servicios de la Benemérita en la zona. La longevidad de las investigaciones hasta su conclusión se debe al corto espacio de tiempo en el que se realizaba la caza furtiva además de tratarse de una persona no residente en la provincia.Pese a ello Seprona mantuvo activa la localización del presunto furtivo, hasta que dio los resultados esperados, ya que no se trataba de una infracción usual sino de una práctica excepcional por el número de corzos abatidos. Un servicio activoSegún los datos oficiales el Servicio de Protección de la Naturaleza de la Guardia Civil de la Comandancia de Burgos efectuó el pasado año un total de 2.473 actuaciones formulando 2.026 denuncias por infracciones relacionadas con el medio ambiente.Estas denuncias fueron tanto penales como administrativas procediendo a la detención de una veintena de personas elaborando así mismo 427 informes por diversas materias relacionadas con el medio ambiente. Pese a que habitualmente se identifica a los agentes del SEPRONA con su actividad en montes otras de sus actividades comunes son la detección de vertidos ilegales de residuos, el transporte y comercialización ilegal de pescado inmaduro, los vertidos de purines o sustancias contaminantes a las aguas, la extracción de áridos, abandono de animales muertos y núcleos zoológicos sin licencia.Un apartado en el cual se incidió de forma especial el pasado año fue el control del bienestar animal tanto en su transporte como en explotaciones ganaderas.Igualmente actuó en maltrato a perros para prevenir el comercio ilegal, falta de microchip, sacrificios sin control veterinario, envenenamientos y alojamiento inadecuado.También durante el pasado año se puso en marcha un Plan de Lucha contra la patología generada por el Nematodo del Pino, realizándose por toda la provincia inspecciones y controles para verificar la situación legal de los transportes de productos madereros.En los últimos años se ha intensificado la labor de inspección y control, en colaboración con la Fiscalía de Medio Ambiente, de los vertederos ilegales establecidos en el ámbito rural, localizando dichos vertederos, catalogándolos y procediendo a la denuncia.