La nueva estación del AVE se situará junto a la de Autobuses

GABRIEL DE LA IGLESIA / Miranda

La llegada de la Alta Velocidad a Miranda supondrá la ejecución de una serie de modificaciones de las actuales infraestructuras ferroviarias de la ciudad que poco a poco se han ido concretando. Así, a la espera de la presentación formal de los diferentes proyectos, el primer edil mirandés avanzaba hace escasas jornadas las principales características del futuro complejo ferroviario de la ciudad tras mantener una intensa reunión de trabajo con los máximos responsables de Adif.

Quizá, la más importante por el impacto que tendrá dentro del paisaje del casco urbano será la construcción de una nueva estación de trenes adaptada a las exigencias de la Alta Velocidad. El proyecto, que ya fue anunciado en su día por Adif, se basará en la ejecución de un nuevo edificio ubicado junto a las vías más cercanas a Ronda del Ferrocarril, que serán las que se destinen al AVE, mientras el resto de andenes se seguirán utilizando para los trenes convencionales.

El inmueble, cuyo proyecto ya está siendo redactado, se levantará entre el antiguo edificio de viajeros (que será rehabilitado a través de los fondos del 1% Cultural) y la estación de autobuses aún en obras, creando así el complejo intermodal planteado desde hace años en Miranda. A juicio de Campo, el aspecto más relevante del proyecto reside en el hecho de que la nueva estación permanecerá integrada en el casco urbano.

Pero esta no será la única obra de calado necesaria para que la Alta Velocidad entre en la ciudad. Y es que, una vez finalizado el estudio previo ya se ha concretado el trazado definitivo de una línea que entrará desde Ameyugo en dirección a Vitoria obligando a desviar parte de la N-1 y a ejecutar varias infraestructuras de cierta relevancia. Entre ellas destaca el nuevo puente planificado para salvar el Ebro, el cual discurrirá en paralelo al 'Puente del Francés' y cuyos detalles aún se desconocen.

También será necesario ampliar o reformar algunas de las infraestructuras ya operativas, como el cruce con el río Bayas o el paso inferior de la calle Vitoria, el cual deberá ensancharse para permitir la instalación de las nuevas vías.  

Todo este elenco de obras permitirán, no sólo el acceso de la línea de Alta Velocidad, sino también la mejora de algunos de los espacios del actual complejo ferroviario. En este sentido, el primer edil pone el acento en la posibilidad de unificar los dos talleres que Renfe mantiene operativos actualmente en Miranda.

No en vano, las obras de la nueva estación obligarán a derribar el situado más cerca de Ronda del Ferrocarril, ofreciendo la posibilidad de juntar y modernizar ambas instalaciones para hacerlas más competitivas y mantener las cargas de trabajo, una de las principales inquietudes de los sindicatos ferroviarios.

Plazos «prudentes»

Eso sí, la ejecución de estos proyectos estará ligada en todo momento a los avances en la construcción de la propia línea de Alta Velocidad entre Burgos y Vitoria, un proyecto faraónico que va para largo. Según las últimas previsiones lanzadas desde el Ministerio de Fomento, no será hasta, por lo menos, 2015, cuando el AVE llegue a Miranda, por lo que durante los próximos años se seguirán dando pasos efectivos para culminar toda la planificación.

En este contexto, resulta muy complicado poner sobre la mesa plazos concretos para la adaptación del complejo ferroviario a la Alta Velocidad, por lo que desde el Ejecutivo mirandés se mantienen unas «previsiones prudentes» en torno a la ejecución de los diferentes proyectos.