La Procesión de la O marca el inicio de las fiestas navideñas

 

GERARDO GONZÁLEZ / Briviesca

La baja temperatura no impidió una multitudinaria 'Procesión de la O' donde sus participantes llenaron las calles de Briviesca con las luces de las velas y 'cerillas' mientras se entonaba la popular coplilla de este singular acto popular.

Más de un millar de personas de todas las edades acompañaron a centenares de niños en esta particular tradición que marca el inicio de las fiestas navideñas en la capital burebana. Siguiendo la costumbre los más pequeños fueron los protagonistas principales de este acto desde su inicio.

Así en la iglesia parroquial de San Martín grupos de pequeños cantaron varios villancicos populares representándose la Anunciación y la Adoración de pastores y Reyes Magos al Niño Jesús. A continuación en la puerta del templo dio comienzo la procesión por las calles del casco histórico durante el cual no dejó de escucharse la coplilla popular en honor a la Virgen.

Los pequeños con las velas encendidas mostraban su alegría por la recuperación de esta tradición navideña, que corrió el riesgo de desaparecer hace algunos años, siendo los colectivos sociales que se agrupan en la Navidad Cultural una de las partes mas importantes en su salvaguarda.

La fiesta no tiene una fecha reconocida de inicio pero data de muy antiguo celebrándose siempre como anuncio de las fiestas navideñas de la ciudad.

Según los datos generalmente aceptados parece ser que su origen esta vinculado a las antífonas de la 'O', por este nombre eran conocidas las siete antífonas que empiezan por la interjección latina O en su sentido de admiración. La tradición afirma que antiguamente en los templos se cantaban sucesivamente durante los siete días que precedían a la fiesta de la Natividad.

Con el paso de los años los briviescanos transformaron este rito religioso en la Procesión de la O momento en el que los más pequeños salían ha recorrer las calles de la ciudad con la 'cerilla', vela muy delgada y larga, encendida y cantando coplillas cuya letra y música se transmitía de forma oral de padres a hijos.

Esta fórmula aún hoy sigue siendo vigente siendo muy habitual que los pequeños aprendan la coplilla de labios de sus abuelos y padres que les acompañan en el recorrido.

Una curiosidad de esta tradicional coplilla en la que se alaba la Natividad es que en ella también se encuentran estrofas dedicadas al pasado de Briviesca. Por su especial actualidad merece la pena recordar la que anuncia que «en la calle Medina se vende chacolí». Diversas circunstancias hicieron que en pasados años la fiesta apenas contara con respaldo popular por lo que los colectivos sociales que participan en la Navidad Cultural de Briviesca y los responsables municipales diseñaran un nuevo formato.

Respetando como acto principal la procesión a esta se le añadió el encendido de la iluminación navideña de las calles.

Así mismo los colectivos que participan en el desarrollo del programa de actividades de la Navidad organizan una chocolatada popular al finalizar el recorrido.

La respuesta de los briviescanos es continuada en el tiempo, habida cuenta del creciente número de niños en la ciudad, calculándose en más de un millar los asistentes a esta última procesión.

Concluida esta tradicional forma de comenzar los eventos festivos en Briviesca un amplio programa se desarrollará duran los próximos días en la ciudad. Todos ellos tendrán como cierre otra celebración popular con la Rifa del Cerdo de San Martín organizada por la asociación de Amigos de Santa Casilda.