Nueva vida para el patrimonio industrial y minero

N.E. / Burgos

Ferrerías, minas, industria salinera, textiles, patrimonio hidráulico, actividad de extracción petrolífera y canteras son sólo un pequeño ejemplo de actividades económicas que se han desarrollado en la provincia burgalesa en las últimas décadas. Algunas de ellas son todavía fuente de riqueza, otras fueron abandonadas por falta de rentabilidad, pero todas ellas ya forman parte del patrimonio industrial y ahora buscan otra oportunidad como un recurso turístico más de los existentes en la provincia.

Una docena de municipios han mostrado su interés para unirse en una asociación de municipios interesados en poner en valor el patrimonio minero e industrial. Belorado y Poza de la Sal presentaron esta iniciativa el pasado mes de mayo y esperan que el proyecto reciba un impulso definitivo durante el año 2011.

Los estatutos de la asociación ya están redactados y el principal objetivo es sumar a todos aquellos municipios de la provincia que tengan interés en recuperar el patrimonio minero e industrial ya que, según explica el alcalde de Belorado, Luis Jorge del Barco, en otras provincias este tipo de valores están funcionando como un atractivo para captar visitantes.

El patrimonio minero de España movió el «año pasado un total de dos millones de euros en turismo», en los 96 complejos que existen en el territorio nacional.

Hasta ahora las poblaciones que han mostrado su interés en participar en esta iniciativa cuentan con recursos muy variados que permitirían desarrollar, en un futuro, unas rutas con numerosos atractivos. Por ejemplo, están presentes las minas de carbón y el sendero minero de San Adrián de Juarros, la relación con el hierro de poblaciones como Atapuerca y Olmos de Atapuerca, las antiguas ferrerías del Valle de Valdelaguna, la industria salinera de Poza de la Sal, los pozos petrolíferos de Sargentes de la Lora, la infraestructura hidráulica del Canal de Castilla a su paso por Melgar de Fernamental, los telares de Pradoluengo, las minas de Puras de Villafranca y el silo de Belorado, entre las decenas de recursos que podrían hacerse visibles.

«Es un patrimonio muy variado y con los suficientes atractivos», asegura el alcalde de Belorado, que también reconoce que el estado de conservación de estos elementos es muy diferente y con la complejidad de que algunos de ellos pueden ser de propiedad privada. En este sentido, indica que la asociación sería un buen vehículo para asesorar a los municipios sobre su puesta en valor. El objetivo es que esta agrupación de municipios actúe como dinamizador de este patrimonio, pero sin sustituir la iniciativa municipal, explica uno de los alcaldes promotores de esta iniciativa.

La Junta de Castilla y León aprobó en 2009 la redacción del catálogo de bienes industriales de la provincia de Burgos. A juicio de Del Barco, este documento puede servir de base para comenzar a trabajar en la promoción de este tipo de recursos. Algunos de ellos ya cuentan con la catalogación de Bien de Interés Cultural como es el Canal de Castilla y también las minas de sal de Poza. Por su parte, el Ayuntamiento de Belorado ha solicitado la declaración de BIC de las minas de manganeso de Puras de Villafranca, que son únicas en Castilla y León y que ya se han convertido en un atractivo turístico gracias a su recuperación para las visitas.

La asociación ya tiene redactados los estatutos y, a partir de enero, los siguientes pasos serían concretar los órganos de dirección para comenzar a funcionar. Esperan presentarse de forma oficial después de estas navidades para que se puedan unir otras localidades con estas mismas inquietudes con respecto a ese patrimonio industrial, muchas veces olvidado al perder su rentabilidad económica pero que es testigo de una época y de una forma de vida.

Además del objetivo de sumar municipios, en un futuro pretenden presentarse en ferias de turismo y también editarán material informativo sobre los distintos recursos turísticos. El catálogo que está elaborando la Administración regional será de gran ayuda. Los promotores consideran que la unión de localidades puede contribuir a intercambiar experiencias y lograr apoyos de cara a recuperar aquel patrimonio que esté en peor grado de conservación.