El Correo de Burgos

El estacionamiento indebido encabeza las infracciones de tráfico urbano

La Ordenanza Municipal de Circulación sólo es posible aplicarla en Briviesca en una mínima parte después de que hayan transcurrido seis años desde que entrara en vigor

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Burgos

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GERARDO GONZÁLEZ /  Briviesca

La infracción más frecuente en materia de tráfico en la capital burebana es el estacionamiento indebido, tanto en el casco histórico como en la periferia. Tras la entrada en vigor hace seis años de la Ordenanza de Circulación, cuyo principal objetivo era el acabar con el estacionamiento indebido de turismos y vehículos pesados, sólo este último es algo plenamente logrado.

La imposición de sanciones por los agentes de la Policía Local por el estacionamiento sobre las aceras o en lugares prohibidos no ha logrado acabar con esta práctica.

Incluso en determinados puntos del casco, la presencia de vehículos dificulta la visibilidad de otros conductores llegándose a producir accidentes de tráfico por este motivo.

Igualmente son muy frecuentes las protestas de los titulares de vados que, en numerosas ocasiones, ven como otros vehículos impiden acceder a sus aparcamientos sin que exista un medio adecuado para la retirada de los infractores.

La habilitación de un aparcamiento para vehículos pesados en el polígono industrial de La Vega, si acabó totalmente, al menos en el casco urbano, con la presencia de los camiones de más de 3.500 kilogramos.

El buen resultado del problema con los camiones en el casco urbano ha mostrado que la mejor solución para evitar el estacionamiento indebido en las calles del casco histórico y aledañas es la creación de más plazas de aparcamiento.

Esto pasaría por la modificación en la forma de estacionamiento en las calles más aptas del casco histórico para dar cabida a un mayor número de vehículos.

Otra alternativa sería la creación de un aparcamiento municipal específico para turismos, similar al de los camiones, en una zona fuera del casco histórico, aunque a una distancia corta a pie.

Ambas formulas aún están por desarrollar y dada la peatonalización prevista del casco histórico, los residentes de las zonas próximas al centro temen un incremento en los estacionamientos irregulares. También la imposibilidad de garantizar los derechos de titulares de vados ha llevado a que en los últimos años este tipo de concesiones municipales hayan sido excepcionales.

La necesidad de ampliar la cifra de plazas de estacionamiento será, según los datos actuales, la única fórmula para erradicar los estacionamientos ilegales por la ineficacia de las sanciones disuasorias.

Con la puesta en marcha de la Ordenanza se estableció una tabla de sanciones para los conductores que incumplieran la normativa buscando un efecto disuasorio con importantes descuentos si se abonaba en un plazo corto de tiempo.

Aunque inicialmente esta fórmula surtió efecto, con el paso del tiempo y los problemas derivados de la limitada capacidad recaudadora legal del Consistorio briviescano resultaba muy elevado el número de sanciones que quedaban impagadas.

En un intento de acabar con esta situación se trasladó el cobro de estas sanciones a la Diputación Provincial para que fueran totalmente efectivas.

Con ello se buscaba acabar con la sensación de impunidad ante las multas de la Policía Local, especialmente en el caso de infractores reincidentes, ya que el cobro sería directamente tramitado por la Diputación.

La actual situación ha demostrado que la efectividad de las medidas sancionadoras tampoco ha logrado cambiar la dinámica de aparcar indebidamente en las calles de la ciudad.

Los conductores justifican esta actitud en el hecho de que cada vez el espacio para aparcar correctamente es menor en el casco histórico e incluso en zonas fuera del mismo.

Un ejemplo que señalan es la Plaza Mayor en la cual en pocos meses no más de ocho vehículos privados, más tres de minusválidos, contarán con posibilidad de estacionar lo que transferirá más vehículos a las calles próximas ya saturadas en la actualidad.

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