El Correo de Burgos

Los usuarios aprecian un aumento del tráfico en la N-I

La reducción de la velocidad en autopistas puede ser uno de los motivos de este incremento

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Burgos

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G. GONZÁLEZ / Briviesca

Los usuarios habituales del tramo burebano de la carretera N-I aseguran que el incremento de circulación que se ha registrado en las últimas semanas convierten a esta vía en más peligrosa. Esta opinión se fundamenta en la constatación de un incremento visible del tráfico de camiones que lleva en muchas ocasiones a adelantamientos arriesgados por los turismos.

Señalan que, a la habitual ralentización de la circulación que generan los transportes especiales, que no pueden utilizar la AP-1, se ha añadido una cifra más alta de vehículos que optan por la vía nacional. Uno de los principales motivos que señalan como causa de este aumento de volumen del tráfico es la reducción de la velocidad en autopista a 110 kilómetros que estará vigente de forma temporal.

Afirman que son muchos los que escogen la N-I ya que pueden circular a una velocidad similar sin necesidad de pagar un peaje.

Lógicamente, esta opinión no cuenta hasta el momento con datos oficiales que respalden el aumento de tráfico en la N-I y descenso en la AP-1 pero una comparación visual sí avala esta percepción.

Una de las cuestiones que más preocupa a los conductores que utilizan de forma habitual la N-I es el efecto que esto puede acarrear en el incremento de los accidentes de tráfico. Cabe recordar que, estadísticamente, las carreteras convencionales son las que registran un mayor número de accidentes graves y de forma especial colisiones frontales y frontolaterales.

A ello, se añade en el caso de la N-I la existencia de varios tramos conocidos por su peligrosidad, así como de accesos a nivel de la práctica totalidad de los núcleos de población de su tramo burebano. Los usuarios habituales señalan de forma especial seis puntos como 'kilómetros malditos' en los que se acumulan el grueso de los siniestros cada año.

De entre ellos, destaca la zona de alto riesgo de Quintanavides donde la curva en la que se sitúa el acceso a la localidad ha sido el escenario de los más sangrientos siniestros de todos los acaecidos en los últimos años en la N-I.

A poca distancia, otro de los puntos a los que tener en cuenta es Castil de Peones con un trazado que en varios puntos ha registrado accidentes de gravedad tanto en las curvas como en las rectas de escasa visibilidad con las que cuenta.

La ruta continúa con la curva de Prádanos donde las salidas de la calzada se llevan el primer puesto de los accidentes, en muchos casos por la desesperada maniobra de conductores, que intentan evitar una colisión frontal, ya que en esta amplia curva está permitido el adelantamiento.

Tampoco se queda corta la cifra de accidentes que se cobran la Curvas de la Muerte de Calzada de Bureba en las que su trazado de auténtica 'ese' hace que los turismos y camiones acaben estrellados, en el mejor de los casos, bien contra los guardarrailes o contra los taludes.

El aumento en la cifra de usuarios de la autopista de los últimos años ha sido, según los expertos, uno de los motivos de la estabilización en el número de accidentes en la N-I.

Por ello, el incremento del tráfico por la N-I se considera como un factor de riesgo añadido por una cuestión casi numérica ya que las condiciones de la carretera no han variado desde los años más negros.

El carácter transitorio de la medida de reducción de velocidad en autopistas y autovías hace esperar a los usuarios habituales que en las fechas más conflictivas, especialmente verano, el volumen de tráfico descienda en la N-I.

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