El Correo de Burgos

Ampaf inaugura su nueva sede en el parque Antonio Machado

La asociación pretende contar a medio plazo con la cesión de un local

-

-

Burgos

Creado:

Actualizado:

La Asociación Mirandesa de Personas Afectadas de Fibromialgia (Ampaf) vivió ayer una jornada especial. Y es que, después de varios años de actividad, el colectivo por fin puede contar con un espacio propio donde desarrollar sus actividades sin necesidad de compartirlo con otras asociaciones, tal y como le ocurría hasta ahora en la sede de la Cruz Roja.

Eso sí, no se trata de un local público cedido a tal efecto, sino una vivienda situada en el parque Antonio Machado que ha sido adaptada para cubrir las necesidades básicas de la asociación. Así, el piso, del que Ampaf disfruta en régimen de alquiler, cuenta con varios espacios destinados al desarrollo de las actividades que periódicamente organiza, como gimnasia, masajes terapéuticos, taichi o talleres sobre autoestima y memoria, entre otras.

En este sentido, la presidenta de la asociación, Corpus Peironceli, hace hincapié en la necesidad de dar un paso más allá.  «Tenemos que agradecer al Ayuntamiento que este año nos ayude a pagar el alquiler del piso», pero el objetivo a corto y medio plazo es contar con «una sede propia» y permanente en algún local de la ciudad cedido a tal efecto por alguna de las administraciones públicas «como tienen el resto de asociaciones» de Miranda.

No en vano, la «autonomía es fundamental» a la hora de desarrollar las diferentes actividades programadas por el colectivo, una situación de la que no podían beneficiarse en su antigua ubicación. «Estábamos muy a gusto», pero «nosotros necesitábamos» la sala de usos múltiples que ponía a Cruz Roja a disposición de varias asociaciones «prácticamente todas las horas» y se ha preferido trasladar las actividades hasta otro espacio, aunque haya que pagar un alquiler por él, señala la presidenta.

De esta forma, continúa, se pueden satisfacer las necesidades de los 180 enfermos con los que cuenta actualmente la asociación, que sumados a los colaboradores hacen que el número de afiliados sobrepase los 200. A este respecto, Peironceli explica que la cifra de socios se ha venido incrementando de manera significativa desde que se creara la asociación allá en 2006 y que incluso ya cuentan con varios hombres entre sus filas.

Poco reconocimiento

Pero sin duda, el gran caballo de batalla de la asociación es hacer que la fibromialgia sea oficialmente reconocida como enfermedad para que pueda ser tratada por los servicios sanitarios públicos. En este sentido, Peironceli subraya que «nos sentimos incomprendidos». De hecho, a pesar de contar con la colaboración de varios profesionales sanitarios de la ciudad, desde Ampaf se considera que todavía son «muy pocos» los que entienden la realidad de la enfermedad y la consideran como tal. «Todavía cuesta» hacerse oír, subraya.

Además, esta situación provoca otros problemas de ámbito legal. Y es que, al no estar reconocida por las autoridades sanitarias, las numerosas bajas laborales que produce la enfermedad «causan muchos despidos», por lo que la asociación ofrece un servicio de asesoramiento jurídico.

tracking