Sólo cinco empresas se han ubicado en la ampliación de Las Californias

GABRIEL DE LA IGLESIA / Miranda

La suerte ha querido que una de las peores crisis económicas que se recuerdan coincida en el tiempo con el momento de mayor disponibilidad de metros cuadrados de superficie industrial de la historia de Miranda. Y eso es un problema. Las inversiones no terminan de llegar y los dos últimos polígonos inaugurados en la ciudad están prácticamente vacíos.

De hecho, en Ircio tan sólo se ha instalado una empresa y, aunque ya ha despertado el interés de varias firmas, no se ha concretado ningún proyecto nuevo. Una situación muy similar se vive en Las Californias, cuya ampliación entró en funcionamiento en 2007 y que todavía no ha despegado. En total, el polígono, situado entre la carretera de Bilbao, la N-I y la AP-1, cuenta con 270.876 metros cuadrados de superficie útil, repartidos entre suelo industrial y comercial, de los que apenas un pequeño porcentaje está ocupado. Actualmente sólo se han implantado en el sector cinco empresas, a las que habría que sumar varias naves nido y otros dos proyectos inmersos en el  proceso administrativo previo.

Y eso a pesar del tirón comercial que ha vivido el polígono durante los últimos meses. Un impulso que se ha materializado con la construcción de un nuevo Mercadona y con la presentación de un proyecto de la cadena de alimentación Aldi, ambos surgidos al rebufo de E.Leclerc, el primero en llegar.

De hecho, este reciente interés comercial ha obligado al Ayuntamiento a replantear el concepto de la zona noroccidental del polígono, recalificando varias parcelas destinadas inicialmente a actividades industriales y permitiendo la puesta en marcha de dos proyectos muy interesantes en cuanto a empleo y generación de actividad se refiere.

Con estas últimas operaciones de recalificación, el polígono cuenta en la actualidad con 73.785 metros cuadrados de suelo para uso comercial -solo una parte está ocupada-, una superficie que se acerca al 30 por ciento establecido como máximo en el Plan Parcial y que, a pesar de estar reglada, podría verse modificada en el caso de que «exista un interés especial» en continuar con el establecimiento de un gran complejo comercial en la zona.

PGOU

En este sentido, la concejala de Urbanismo, Aitana Hernando, explica que «en el caso de que se presentase algún proyecto interesante, con un buen número de puestos de trabajo asegurados», se podría poner en marcha una operación urbanística que lo permita. Eso sí, en ese supuesto no bastaría con modificar el Plan Parcial como se ha hecho hasta ahora, sino que habría que ir a la norma básica: el Plan General de Ordenación Urbana. «Con un proyecto de interés general se podría hacer una modificación del PGOU», que, en todo caso, recuerda, «debería ser aprobada por el Ayuntamiento y la Junta de Castilla y León».

Desde el Ayuntamiento confían en que una vez superada la crisis resurja el interés por Las Californias, que a diferencia de Ircio, es un polígono privado cuyos precios los marcan los propietarios.