Un herido en la extinción del incendio del Portillo de Lunada
Las malas condiciones meteorológicas complicaron el rescate de un joven que participaba en los trabajos para detener el avance del fuego
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G.G. / Lunada
El fuego declarado poco antes de la medianoche del sábado en la zona del Portillo de Lunada, en Espinosa de los Monteros, dejó un saldo de un herido, uno de los hombres que participaban en los trabajos de extinción.
Según los datos, la víctima sufrió una caída mientras trabajaba en una zona muy abrupta de la montaña sobre las 10.00 horas de la mañana lesionándose un brazo. Las lesiones le impedían descender por sus propios medios y lo escarpado del terreno hacía imposible acceder hasta el lugar por tierra.El servicio de emergencias 112 comunicó el incidente al Centro Coordinador de Emergencias de Protección Civil que activó el helicóptero de salvamento con tres rescatadores. Igualmente, el suceso fue notificado al COS de la Guardia Civil y al servicio de emergencias sanitarias del Sacyl.
Las pésimas condiciones meteorológicas en la zona con una densa niebla, que reducía a cero la visibilidad para el piloto, hicieron que se transportarse al equipo de rescate al punto más cercano posible para recorrer a pie el resto del camino que les separaba del herido.
Una mejora de las condiciones meteorológicas permitió recuperar a los rescatadores y trasladarlos por el aire hasta el lugar donde el herido permanecía con uno de sus compañeros.
Tras izarlo con la grúa del helicóptero el herido, identificado como D.S.R. de 23 años, fue trasladado hasta la carretera de ascenso al Portillo de Lunada donde le esperaba una UVI móvi. Allí fue atendido por personal facultativo y trasladado al Complejo Asistencial de Burgos. El operativo de rescate finalizó con el regreso del helicóptero al lugar del incidente para recoger al resto de rescatadores y al compañero del herido.
Según se ha informado, aún no están determinadas las causas de este incendio que, por lo complicado del paraje, obligó a los servicios de extinción de la Junta a esperar la luz del día para actuar de forma efectiva.
La decisión se ha mostrado correcta ya que incluso con luz diurna el escarpado terreno suponía un evidente riesgo para los efectivos de lucha contra el fuego en una zona principalmente de matorral.