Un candado simbólico gigante pide el cierre de Garoña

Con un candado simbólico gigante la XXXII marcha contra la central nuclear de Santa María de Garoña, concluyó ayer a la puerta de la instalación, con el accidente de Fukushima en el recuerdo y como argumento para urgir su cierre ya. La marcha número 32 contra el cierre de la central burgalesa, que organiza la Coordinadora contra Garoña que agrupa a diversas asociaciones ecologistas y colectivos sociales, contó con la presencia de cerca de medio millar de manifestantes según fuentes policiales y concluyó con la lectura de un manifiesto en el que se reclamó su cierre inmediato.

Con un recuerdo también para los atentados del 11 de septiembre, de los que ayer se cumplieron 10 años, se leyó un manifiesto a las puertas de la central, con continuas referencias al accidente de Fukushima, sucedido hace seis meses, ya que uno de sus reactores es hermano del de la central burgalesa, según informó Efe.

En el manifiesto Carlos Bravo, presidente de Greenpeace, declaró que España no tiene ninguna dependencia de la energía nuclear y que tiene que tomar ejemplo de potencias como Alemania, que tras el accidente de Fukushima se ha replanteado la política nuclear del país. Sobre el modelo energético, los detractores del mantenimiento de Garoña consideraron que la energía nuclear es «prescindible» y está «completamente sustituida por energías renovables». Asimismo, criticaron que «devuelve el agua al río Ebro con una temperatura muy superior a la que se establece en los límites legales».

El presidente de Greenpeace advirtió de que sería «absurdo que el PP quisiera relanzar», si ganara las elecciones, unas instalaciones «obsoletas, viejas y totalmente amortizadas».

Bravo expresó su temor a que si el PP llega al poder revoque el cierre de la central aprobado por el Gobierno, previsto para el 5 de julio de 2013 y avalado por la Audiencia Nacional. Añadió que, de llegarse a concretarse la revocación del cierre de Garoña, Greenpeace seguiría con las protestas y pondría en marcha toda la «maquinaria legal» existente.

Participó también el la marcha el coordinador de Izquierda Unida en Castilla y León y procurador en las Cortes regionales, José María González, quién expresó su temor a que exista «debajo de la alfombra un pacto entre PP y PSOE para que Garoña no se cierre», por lo que llevará al Parlamento autonómico una propuesta para que se cumpla con el compromiso de cierre, informó Efe.

Por su parte, la empresa propietaria de la planta atómica, Nuclenor, cifró en torno a las 400 personas el número de manifestantes en la Mmarcha contra Garoña. E un comunicado Nuclenor informa que no se produjeron incidentes en «el tiempo en el que permanecieron en los alrededores de la planta», e indicó que «la central se encuentra funcionando al 100% de potencia produciendo electricidad de forma seguray fiable para la sociedad».