La Azucarera inicia la campaña más alentadora de los últimos años

GABRIEL DE LA IGLESIA / Miranda

Las maquinas ya están en marcha y a pleno rendimiento. La Azucarera mirandesa comenzaba el pasado lunes la que se espera sea la mejor campaña de molturación de los últimos años. No en vano, la planta de la N-1 tiene contratadas alrededor de 570.000 toneladas de remolacha, unas 100.000 más que el año pasado.

De hecho, este incremento de materia prima ha obligado a la factoría a comenzar a trabajar 15 días antes de lo inicialmente previsto para poder finalizar a finales de enero o principios de febrero. «Tenemos más remolacha y la campaña va a durar quince días más» que otros años, por lo que se ha decidido comenzar antes en vez de acabar más tarde, explica el secretario del comité de empresa Vicente Morer.

Además, los primeros análisis realizados revelan que la remolacha «tiene buen calidad», aunque todavía habrá que esperar varias semanas hasta conocer su grado de pureza. «Las condiciones climatológicas han sido buenas», pero «si hubiese llovido un poco más, la remolacha podría haber crecido más», destaca Morer.

Sea como fuere, la intención de la compañía es producir alrededor de 105.000 toneladas de azúcar, una cifra que no se consigue alcanzar desde hace varios años. Para ello, además de la remolacha ‘virgen ‘que ya está llegando desde los campos de cultivo de Álava, Burgos, La Rioja y el norte de Palencia, la planta recibirá alrededor de 17.000 toneladas de azúcar africano para refinar, una iniciativa puesta en marcha el año pasado con grandes resultados. «En 2010 tuvimos 8.000 toneladas y la intención este año es duplicar esa cantidad» para «poder abastecer el mercado interno». No en vano, subraya Morer, «España es deficitaria en azúcar y si la UE no nos deja cultivar más, tendremos que recurrir a estas vías».

Lo que no ha variado respecto a campañas anteriores es el número de contratos. A los 93 trabajadores fijos integrados en la plantilla de la factoría se les sumarán durante un periodo de 124 días otros 80 empleados fijos-discontinuos. «Tenemos más trabajo», pero como el ritmo de producción diaria se mantiene estable, «estamos el mismo número de personas», explica el secretario del comité.

Mirando al cielo

Con todo, esta primera semana de trabajo se está llevando a cabo «sin problemas». «La fábrica va como la seda» después de los trabajos de mantenimiento que se han venido realizando durante los últimos meses. Y así se espera que permanezca mientras se desarrolla la campaña. Eso si el tiempo lo permite. Y es que, nadie quiere que se repitan los incidentes registrados en 2008 y 2009, cuando se tuvo que parar la producción durante varias semanas a la espera de que la meteorología diese un respiro a los agricultores y éstos pudieran entrar en los campos a recoger la remolacha que aún descansaba en ellos.