Los ex-trabajadores de Rottneros, pendientes de la planta de biomasa

GABRIEL DE LA IGLESIA / Miranda

Son muchas las miradas puestas sobre el proyecto de instalación de una planta de producción eléctrica por biomasa en los terrenos de la antigua Rottneros, pero sin duda, los que más atentos están a los avances de la operación son los ex-trabajadores de la papelera. No en vano, la multinacional sueca todavía les adeuda alrededor de siete millones de euros en concepto de indemnizaciones y pagos atrasados.

En este sentido, el que fuera presidente del comité de empresa, Francisco González, considera que con esta primera venta de activos no será suficiente para cubrir toda la deuda pendiente. «Desconocemos por cuanto se ha cerrado la operación», pero los primeros cálculos indican que con la venta de los primeros activos de la factoría «no llega» para pagar todas las indemnizaciones, plantea.

Así, habrá que esperar todavía un tiempo a que los administradores concursales redacten el informe definitivo para saber hasta qué punto se cubre la deuda. Sea como fuere, una cosa está clara: «cuanto antes se venda, antes cobraremos», subraya González.

También se considera muy importante que «la empresa se manifieste» directamente sobre las previsiones que maneja en cuanto a plazos, inversión y puestos de trabajo, ya que la mayoría de la información surgida en los últimos meses ha salido a la luz por otras fuentes. «Más o menos ya conocíamos todo lo que se ha publicado durante las últimas semanas» puesto que la biomasa fue una de las primeras propuestas que se pusieron sobre la mesa. De hecho, González recuerda que «llevan estudiando este proyecto casi tres años».

Recolocaciones

Pero la atención de los trabajadores no se centra exclusivamente en la operación de venta. También están pendientes de las recolocaciones que pudieran aplicarse una vez puesta en marcha la planta de biomasa. «En su momento, nosotros insistimos muchísimo en ese punto, ya que creíamos, y seguimos creyendo, que el cierre de Rottneros fue ilegal. Supongo que por la presión que hicimos en ese momento, tanto la administración concursal como la propia empresa incluyeron una cláusula» para que los trabajadores de la antigua papelera tuvieran prioridad en cualquier actividad industrial que se generase con posterioridad en esos terrenos.

Eso sí, la cláusula «es muy abierta», ya que entre otros aspectos contempla que las recolocaciones se efectuarán «siempre que sea posible y coincidan los perfiles» de los trabajadores, por lo que la operación se observa con tanta satisfacción como prudencia. «Estamos contentos» por poder contar con la posibilidad de que «algunos puedan recolocarse», pero no serán muchos, mantiene González.

Además, el volumen de trabajo que generará esta primera actividad no es ni mucho menos comparable con la que tenía Rottneros hace apenas unos años.