Los peñistas homenajean a su patrona Santa Casilda

GERARDO GONZÁLEZ / BriviescaLa llegada de la primavera tiene en la comarca burebana un sentido singular donde los actos en honor de Santa Casilda, la princesa y santa toledana, cobran un especial sentido.Siguiendo la tradición, la romería popular al santuario de La Bureba abrió las celebraciones de este año de la festividad de la patrona briviescana y que los próximos días centrará las actividades lúdicas de la ciudad. Los romeros más esforzados partieron a pie desde la Plaza Mayor en dirección al Santuario de Santa Casilda, un año más como desde hace siglos, para homenajear a la patrona local.El mérito de la organización de esta romería, que recae sobre la peña ‘Desesperaos’, es elevado ya que mantiene viva una antigua tradición. Antaño, este camino lo realizaban muchas personas descalzos en cumplimiento de una promesa, lo que constituía una dura prueba que ensangrentaba los pies a lo largo de los diez kilómetros del antiguo sendero.El paso del tiempo hizo caer en desuso esta costumbre dejando paso a un espíritu más festivo, aunque la distancia y el estado del camino, en esta jornada con la amenaza de lluvia muy presente, también hace muy meritorio el optar por mantener la vieja tradición burebana.Como es costumbre, una sobria pero solemne procesión abrió los actos de la jornada y la imagen de Santa Casilda recorrió los aledaños del santuario precedida de la cruz, estandarte y pendón y acompañada por los romeros, mientras sonaba la música castellana de la dulzaina y del tamboril.Sin lugar a duda, esta es la romería que cuenta con más arraigo popular en la ciudad; se remonta su origen a varios siglos y está documentada desde el año 173, tal y como lo demuestran los documentos del Archivo Municipal.En el interior de la iglesia se notaba el espíritu de fiesta de la misa castellana relevándose las danzas con las canciones populares del grupo de danzas Justo de Río. Las ofrendas de flores, pan y vino realizadas por los más pequeños y las reinas de las fiestas mostraban el cariño que los briviescanos sienten por su patrona, llenando el altar de los colores primaverales.Finalizada la eucaristía, numerosos devotos de la santa rindieron homenaje a la reliquia que se conserva en el santuario y fueron agasajados a la salida por un colorido pasillo los danzantes y músicos castellanos.Los sones de la dulzaina y el tambor iniciaron las populares danzas y su buen hacer arrancaron los aplausos del público allí congregado que no se movió pese a la fina lluvia que caía.La fiesta continuó con la comida de hermandad de los romeros antes de retornar a Briviesca donde, por la tarde en la Plaza Mayor, se celebró una vistosa exhibición de danzas tradicionales castellanas que cerró la jornada festiva.Este acto popular pone cada año de manifiesto la estrecha relación entre la figura de Santa Casilda con la ciudad que se hizo definitiva en el año 1486. En esa fecha estando Briviesca atacada por una epidemia de peste los regidores acompañados de los cabildos de Santa María y San Martín hicieron votos de guardar la fiesta de la santa si les libraba de la peste.Recibido el favor de la santa se tomó como costumbre el peregrinar al santuario de forma regular tanto en su festividad como durante todo el año para solicitar su ayuda.Esta devoción popular hizo que a finales del 1600 se la nombrará patrona de la ciudad junto con Nuestra Señora de la Asunción por lo que Briviesca, cuya historia ha estado muy marcada por las mujeres, cuenta con dos patronas y un patrón.La fidelidad de los ciudadanos para con Santa Casilda ha hecho que a lo largo del tiempo solo haya variado la fecha de celebración del 9 de abril al 9 de mayo sin variación de la parte religiosa y sí de la lúdica.HistoriaOfrenda