Una violenta tormenta provocó ayer inundaciones en algunas calles de la ciudad

GERARDO GONZÁLEZ / Briviesca

Los poco más de veinte minutos de fuerte lluvia que cayó en la capital burebana a últimas horas de la tarde del martes causaron los ya acostumbrados efectos en zonas concretas de la ciudad. En esta ocasión la zona más afectada fue el norte del polígono de La Vega, en la trayectoria de salida de la violenta tormenta, en el que varias de sus calles acabaron cortadas por la acumulación de agua.Concretamente las calles Palencia y la mitad de la Salamanca acumularon un volumen de agua que impedía incluso el circular a los vehículos.

A ello se añadían las grandes bolsas de agua que se crearon en toda la zona industrial donde el sistema de pluviales no daba abasto a evacuar el agua. La parte menos negativa de esta tormenta primaveral es que mostró que las obras de mejora del sistema de evacuación de pluviales en zonas tradicionalmente 'inundables' del casco antiguo han resultado eficaces. Concretamente en los puntos Plaza de Santa Casilda, calle Medina y Pedro Ruiz pese a que el agua llegó a inundar algunos bajos comerciales y arrastrar contenedores no se acumuló como era lo habitual.

Esto fue especialmente notorio en la última de las calles, popularmente conocida como El Charquillo por su propensión a las inundaciones, donde tras remitir la lluvia el agua se evacuó en poco más de quince minutos. Tras esta prueba ahora queda solo mantener una actividad regular de limpieza de los canales de pluviales en previsión de que nuevas tormentas estivales vuelvan a ponerlo a prueba.

Cabe recordar que la dinámica de inundación común en Briviesca trae aparejado un descenso desde la zona Este de tierra arrastrada en torrentera.

Esto causa una auténtica 'cascada' de agua embarrada que circula por la calle San Roque y Plaza de Santa Casilda hasta la parte e más baja del casco urbano. Así la evacuación por el sistema de pluviales se llena de barro arcilloso y cantos rodados que, con la subida de las temperaturas fragua, acaba creando auténticos muros que ciegan las conducciones.