Explotar la resina aparece como una nueva expectativa en Caderechas

G. G. / Briviesca

El aprovechar los recursos autóctonos en el medio rural es una de las opciones que cada vez gana mayor fuerza para evitar la despoblación de los pueblos. En muchas ocasiones son antiguos recursos los que por la evolución de los mercados hacen que nuevamente se coloquen como rentables para las economías rurales.

Así uno de los más antiguos de la zona norte de La Bureba, la resina natural, está cada vez más presente en los proyectos de desarrollo dada su demanda en el mercado por su menor coste que la sintética. Este posible recurso fue objeto de una reunión en la Diputación Provincial y fueron representantes de varias localidades del Valle de las Caderechas los que mostraron su interés de la comarca.

Dado el buen resultado que la iniciativa puesta en marcha para la puesta en valor de los cultivos tradicionales de cereza y manzana han obtenido la posibilidad de añadir la explotación de la resina es una posibilidad a futuro. De hecho, también se baraja la posibilidad de simultanear esta antigua industria con el aprovechamiento de los residuos vegetales de los montes caderechianos como materia prima de biomasa.

Aunque se reconoce que la rentabilidad de las futuras explotaciones de resina natural tardarían tiempo en ser una realidad se señala que serviría para resolver otro importante problema de la zona. Este es el estado deplorable que presentan los montes del valle faltos de una limpieza adecuada desde hace décadas con el elevado riesgo de incendios que esto lleva aparejado.

La apertura de explotaciones de resina y de aprovechamiento de biomasa resolvería esta situación al tiempo que generaría tanto puestos de trabajo como una fuente de riqueza para el valle. Esta posibilidad no es algo inviable ya que a finales del pasado año en la villa de Oña, que durante años fue una productora de gran peso de este producto, ya se analizó la posibilidad de retomarlo.  

Según los datos aportados España produce el 3% de la resina que precisa, de la cual el 95% se extrae en la villa segoviana de Coca, ascendiendo el consumo total de resina en procesos industriales las 240.000 toneladas.

Cabe recordad que España fue uno de los tres países europeos más importantes en la producción de resina durante los siglos XIX y XX llegando a alcanzar una producción de hasta 53.000 toneladas anuales en los años 70. Actualmente, la recuperación de esta forma de aprovechamiento forestal generaría una cifra de empleo de entre 10.000 y 18.000 puestos de trabajo a medio y largo plazo.

Esto es así ya que la recuperación debería realizarse de forma lenta pero sostenida una vez confirmada la viabilidad de la extracción de la resina. En cuanto a esto los datos son positivos para este sector productivo ya que actualmente el alquiler de un pino para extracción de resina en monte privado se mueve entre los 0,30 y 0,52 céntimos de euro y el kilo de resina en fábrica se paga a 1,16€.

La alta demanda de este producto para su transformación en colofonia y aguarrás, los dos productos básicos de la resina natural, crecerá con toda certeza a medio plazo.

De hecho, en 2010 la escasez de aguarrás en el mercado hizo que sus precios alcanzaran niveles inusitados ya que del proceso de destilación solo se extrae el 23% de este líquido. La resina natural cumple un papel clave en decenas de procesos industriales y una escasez pronunciada acarrearía la imposibilidad de funcionamiento de muchas empresas de sectores tan dispares como la alimentaria o la farmacéutica.