La feria artesanal de Fresno mantiene su espíritu tradicional

GERARDO GONZÁLEZ / BriviescaLos motivos por los que esta particular feria comenzó su andadura, así como su contenido se mantuvieron en su decimocuarta edición en la que participaron un alto número de expositores y atrajo a centenares de visitantes a la villa. Así, tanto en el discurso de las autoridades locales y de las invitadas como en el propio desarrollo del evento, el convento de San Vitores mantuvo su presencia destacada tanto en pasado como en futuro.El primer edil de Fresno de Rio Tirón, Sergio María García, recordó que aún «quedan por delante actuaciones necesarias para la total recuperación del histórico edificio que simboliza un pasado común no solo para Fresno sino para numerosos municipios burgaleses y riojanos». García agradeció «los apoyos recibidos a lo largo del tiempo» por las instituciones concretándose en el nombramiento del senador popular Alfredo González Torres como ‘Conventero de Honor 2012’.En el apartado más ferial también se ha mantenido el espíritu de sus comienzos aunque con una mayor cifra de artesanos que realizaban las labores del oficio delante de los asistentes.Precisamente, este aumento de participantes llevó a trasladar el lugar de celebración de la feria, los aledaños del convento sito en una altura de la villa, hace unos años.En 1999 con la firme decisión de salvar de la desaparición al convento, que durante siglos fue el punto central de la historia no sólo de Fresno sino de la comarca del Oca-Tirón y de La Rioja, los Amigos de Fresno pusieron en marcha una feria de artesanía en sus aledaños.Este evento tenía el doble objetivo de recaudar fondos para su recuperación y de contar con una herramienta para mostrar la necesidad de que las administraciones actuaran de forma decidida en el edificio. Durante cinco años bregaron por despachos con el apoyo de cargos electos y públicos tanto de Diputación como de la Junta que, sin distinción de colores políticos, respaldaron la petición.Finalmente, la suma de voluntades logró vencer las dificultades y en el año 2005 las obras empezaron de la mano de la Junta de Castilla y León con un presupuesto de 174.806 euros que salvaron prácticamente ‘in extremis’ de la ruina al histórico edificio.Pese a las actuaciones que se han realizado desde esa fecha aún queda por delante tarea para alcanzar el objetivo por lo que incluso la recaudación de fondos en la feria se mantiene vigente.