El Correo de Burgos

Fracking / Permisos en Burgos

Trofagas iniciará en el primer trimestre de 2013 las prospecciones de gas pizarra

Las concesiones abarcan 2.243 kilómetros cuadrados, el 15% de la superficie provincial

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Burgos

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J. C. R. / BurgosTrofagas empezará a perforar los primeros pozos en Burgos en el primer trimestre de 2013. Así consta en la memoria explicativa que ha elaborado la compañía y que ha incluido en su nueva página web. En la provincia de Burgos tiene tres grandes áreas de investigación denominadas Urraca, Sedano y Rojas, con sus subáreas correspondientes y cuadrantes de terreno delimitados por métodos cartográficos.La idea de la compañía es que los organismos administrativos, en este caso la Junta de Castilla y León convierta los permisos de investigación en permisos de explotación, una vez demuestren los yacimientos que tienen el gas que Trofagas pretende extraer y explotar.PERMISOS. En España, los permisos de investigación se centran fundamentalmente en las provincias de Burgos, Palencia, Soria y Álava; y en las comunidades de Cantabria y La Rioja, esta última de refilón. Así, en la conocida como área de Rojas, en la zona de La Bureba, área de Miranda, Treviño y Álava, la prospección abarca 947 kilómetros cuadrados; la de Urraca, que se extiende por el nordeste de la provincia y toca el País Vasco, abarca una extensión de 948 kilómetros cuadrados; y la de Sedano, que toca también Palencia, 348 kilómetros cuadrados; en total 2.243 kilómetros cuadrados, es decir Trofagas explora la existencia de gas de pizarra en el 15,71% de todo el territorio provincial que cuenta con una superficie total de 14.269 kilómetros cuadrados.Los permisos de investigación y explotación caducan en 2015, tiempo que la compañía estima que es suficiente para, primero, conocer qué tipo de gas hay en el subsuelo, si es posible extraerlo y explotar el yacimiento y las posibilidades de negocio que tiene.La compañía explica que una vez se hayan colocado las primeras torres para prospectar la existencia de gas, las operaciones en ese lugar se prolongan apenas unas semanas, un máximo de tres meses.OBSTÁCULOS. El problema con el que se pueden encontrar, tanto la compañía como la Junta que es la que concede los permisos, es la negativa de los ayuntamientos contrarios a este tipo de investigación y que ya han aprobado mociones en contra del fracking.Y es que la oposición de los municipios no es tanto a la investigación, sino al método de fractura hidráulica. Mientras que la compañía investigadora entiende que la estimulación hidráulica mejora la producción de hidrocarburos y no causa ningún impacto negativo en la naturaleza, los detractores apuntan hacia la contaminación de los acuíferos y del medio natural por los métodos utilizadosTÉCNICA. El fracking consiste en el bombeo de una mezcla de agua y arena en la formación rocosa, en este caso en los esquistos de gas natural, a presiones controladas lo suficientemente elevadas como para agrietar (fracturar) la roca. La arena en el agua se utiliza para mantener pequeñas fracturas abiertas y generar vías para que el gas natural fluya hacia el pozo.Según la experiencia y los estudios técnicos, las fisuras horizontales se producen sólo a profundidades menores a un kilómetro. A medida que la profundidad se incrementa, es decir, a partir de un kilómetro, la presión existente hace que las fracturas se orienten en dirección vertical.RESPUESTA SOCIAL. Numerosos colectivos de todo tipo y de toda tendencia política han anunciado no sólo su rechazo a la técnica del fracking, sino también la «prohibición» expresa en varios ayuntamientos a la experimentación con este tipo de técnica de extracción. Son las administraciones más pequeñas, las juntas vecinales y los consistorios menores los que han dado su negativa pero aún queda que las grandes administraciones, como la Diputación Provincial de Burgos y la Junta de Castilla y León, expresen su postura.Parece claro que Administración autonómica no se opone a esta técnica. Al menos otorga los permisos de operación. Eso sí, cumple con un mero papel administrativo al conceder, primero los permisos de investigación y segundo, si la prospección pasa los trámites ambientales, el segundo paso, la concesión de la licencia de explotación del hidrocarburo.EMPRESA. Trofagas asegura reconoce que el gas pizarra ha provocado una auténtica revolución energética en países con una larga tradición en la investigación y explotación de hidrocarburos, como son Canadá o Estados Unidos, y por ese motivo se ha convertido en un tema de interés público. En el último año, esa atención informativa ha llegado también a España, después de que la Administración central y casi todas las comunidades autónomas hayan concedido permisos de investigación a compañías, como BNK y su filial Trofagas, para que investiguen si existe gas natural en España.La experiencia y el uso de la tecnología más avanzada abren, recuerdan desde Trofagas, una nueva posibilidad de acceder a los recursos naturales y reducir de este modo la alta dependencia energética del exterior, que en España supera actualmente el 80%. Esto supone «una puerta a la inversión, al desarrollo económico sostenible y a la creación de empleo de calidad en la zona».

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