Los recortes frenan los cursos formativos de fruticultura

G. G. / Briviesca

La asociación de productores del Valle de Caderechas, titular de las

Marcas de Garantía de cereza y manzana, ha aplazado las jornadas

formativas que durante cinco años consecutivos ha realizado. Según la información facilitada esta decisión responde a la falta de las ayudas públicas con que se contaban hasta el momento quedando exclusivamente las de carácter privado.

Así, en la reprogramación y con el objetivo de que no desaparezca este aspecto de gran interés para el cultivo frutal, se organizarán dos charlas a principios del próximo año. En caso de resolverse el problema de la financiación y tras lograr la llegada de fondos, el curso se realizaría a finales del próximo

año, con el formato habitual. El aplazamiento de estos cursos de formación, que contaban con una

notable asistencia de fruticultores de toda la provincia, perjudicará una positiva dinámica de mejora en todos los aspectos vinculados a la fruta de Caderechas.

Esto es así, ya que en su desarrollo han participado ponentes de áreas tan distintas como la comercialización, el marketing, las nuevas tecnologías y las técnicas más avanzadas de cultivo.

Contactos con otras regiones

A ello se añade que los contactos establecidos con especialistas de otras comunidades autónomas han permitido dar a conocer estas frutas de alta calidad fuera de Castilla y León. La vocación práctica de las conferencias han dado como resultado ,avances importantes tanto en los trabajos sobre el terreno como en los de nuevos canales de comercialización de las frutas amparadas por la Marca de Garantía.

Uno de los más visibles ha sido la organización de cursos especializados en poda de frutales surgidos tras el interés que las modalidades utilizadas en otras zonas despertó entre los fruticultores.

De hecho, en el último de los cursos surgió la iniciativa, respaldada y financiada por los propios productores, para organizar un seminario monotemático sobre poda a cargo de especialistas aragoneses. Igualmente, el intercambio de experiencias con responsables de producción de otros territorios abrió nuevas oportunidades para la fruta caderechiana, descubriendo sus puntos fuertes para ganar mercado.

Otro área en que durante su desarrollo se hizo especial hincapié fue en el uso de técnicas de producción lo más ecológicas posibles tratando en varias de ellas el uso racional de los fitosanitarios y el control de plagas.

Dado que la media de asistencia a los cursos rondaba el medio centenar de fruticultores, burgaleses e incluso de otras provincias, esta actividad se consolidó como un referente y punto de encuentro entre los productores.