El Correo de Burgos

Merindades

BNK Petroleum asegura la «total protección» de los acuíferos con la técnica del ‘fracking’

La empresa construye sus pozos con «tres barreras de protección» con tres tubos de acero de cuatro centímetros de espesor revestidos por una capa de cemento

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Burgos

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J. C. R. / BurgosLa tecnología y el método de trabajo que se utilizan para realizar las perforaciones para buscar gas de pizarra «permiten que la protección de los acuíferos sea máxima». Así lo asegura el ingeniero civil de la empresa ERM –una consultora medioambiental y social especializada en sostenibilidad con proyectos en más de 140 países—, Miguel Callejo, que también trabaja para la empresa BNK Petroleum.Callejo apunta que antes de realizar el proyecto se hace un «detallado análisis de los acuíferos de la zona» y se escogen los lugares »más idóneos». Además, BNK construye sus pozos con «tres barreras de protección». Se trata de tres tubos de acero, uno dentro de otro, de cuatro centímetros de espesor, y cada uno de ellos recubierto además por una capa de cemento. «Además la tecnología permite monitorizar el desarrollo del proceso y asegurar la integridad del pozo», subraya el ingeniero.Además, la aplicación de los «mejores estándares de construcción» y el seguimiento de la normativa, garantizan «elevados niveles de protección del suelo». Los estándares de seguridad de BNK «van más allá de lo que exige la legislación», apunta. La hectárea sobre la que se asienta el pozo está cubierta en toda su superficie «por una ‘geomembrana’ y dobles barreras de protección, lo que supone un nivel de adicional sobre lo requerido legalmente», reconoce. «Es parte de la filosofía corporativa de la empresa», subraya Callejo.Pero, ¿qué tiene el suelo de la provincia de Burgos para que se dediquen tantas hectáreas de prospección?ProspecciónLa Junta o el Ministerio de Industria conceden a las empresas zonas amplias de terreno para que investiguen, «pero eso no significa que en todo ese territorio se realicen prospecciones», apunta Callejo.De hecho, una gran parte de esos terrenos se descarta desde el principio porque, o bien son zonas de interés natural, arqueológico o son poblaciones; y al final, en un territorio de casi 100.000 hectáreas, como es la concesión llamada ‘Urraca’, «se dedicarían como mucho diez hectáreas a la prospección ya que cada sondeo ocupa poco más de una hectárea», resume; y en concreto, en la indicada hay permiso «para hacer un máximo de nueve», aunque lo normal es que se hagan aproximadamente la mitad de ellas.Por tanto, no se dedican muchas hectáreas a la prospección, «más bien todo lo contrario». En todo caso, con esos sondeos de investigación, se trata de averiguar si realmente la provincia de Burgos y más zonas del norte de España tienen ese potencial que indican los datos geológicos que existen.En caso de que los trabajos de investigación determinaran la presencia de volúmenes de gas «comercialmente viables» se requeriría entonces la concesión de permisos de explotación con todos los trámites ambientales y administrativos que ello supone.Más información, en la edición impresa

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