El Valle de Tobalina apuesta por el turismo y los negocios como alternativa al cierre de Garoña

L. SIERRA - ICAL / BurgosEl Valle de Tobalina trabaja ya en un escenario económico alternativo que impida que esta zona del norte de la provincia de Burgos se despueble a consecuencia del más que anunciado cierre de la central nuclear de Santa María de Garoña. Con distintos proyectos sobre la mesa, centra la mirada en el turismo y en la puesta en marcha de negocios en las localidades del valle.Consciente de que los recursos y beneficios fiscales que durante años han acompañado a Garoña desaparecerán en los próximos años, Rafael González Mediavilla, alcalde del Valle de Tobalina, se ha puesto manos a la obra para explotar los recursos propios de esta zona de Las Merindades. Entre sus planes, y según confesó a la Agencia Ical, se encuentra el de «explotar turísticamente a la zona y dar a conocer que es mucho más que el pueblo que está al lado de la central».Un barcoConseguir que el Valle de Tobalina sea un destino turístico es uno de los empeños del actual equipo de Gobierno. Por ello, se trabaja en la puesta en marcha de un barco navegable en el embalse de Sobrón que dispondrá de un embarcadero y recorrerá las aguas del río Ebro. La idea parte de una iniciativa  de 2011 para poner en marcha un barco de recreo al igual que otras localidades de la provincia como Melgar de Fernamental, en el que la Diputación de Burgos ayudó a poner en marcha una embarcación en el Canal de Castilla.Con capacidad para entre 80 y 100 personas, el barco ayudará al visitante a conocer el entorno del Valle de Tobalina, gracias a un viaje de una media hora que permitirá conocer el entorno y la variedad faunística de la zona. «Hay muchas aves y un desfiladero cerca del embalse», aseveró el regidor. Además, la idea es que la embarcación sea ecológica, para evitar una contaminación de las aguas.Ubicado en el suroeste de Las Merindades, el Valle de Tobalina dispone de zonas de gran belleza paisajística que pueden ayudar a poner en marcha rutas y casas rurales en la zona. Así lo entiende González Mediavilla, empeñado en destacar la historia que recorre los abruptos paisajes creados por las hoces del río Purón en Herrán y del Ebro en Sobrón. «Tendremos que crear rutas alternativas para explotar estas zonas y generar turismo», destacó el edil, quien recuerda que «el Valle de Tobalina dispone de la primera torre creada a un almirante», en este caso, el almirante Bonifaz a quien se recuerda en la capital con una calle en su honor.Centro de negociosFomentar el desarrollo empresarial de los vecinos de Tobalina es el principal objetivo del centro de negocios y ocio que abrirá sus puertas dentro de un mes en la localidad burgalesa de Quintana Martín Galíndez. Dos años después del inicio de las obras, y tras una inversión de 1,2 millones de euros sufragada con fondos del Plan Reindus, el moderno edificio dispondrá de oficinas desde las que se asesorará a aquellas personas que decidan emprender en la comarca. «Tenemos que intentar generar infraestructuras para que el cierre de Garoña no nos pille desprevenidos y seguir dando servicios a los vecinos, especialmente a los niños y a los ancianos», recordó el alcalde.Además, el regidor entiende que en las zonas rurales «se genera la producción que después va a las grandes ciudades», por lo que aspira a que los agricultores pongan en marcha negocios o monten cooperativas; algunos vecinos sigan apostando por los negocios de turismo de aventura como vienen haciendo desde hace algún tiempo y los hosteleros sigan con sus bares y restaurantes. «Quizás se tendrían que haber hecho más cosas durante estos años», reflexiona, consciente de que el cierre de Garoña les ha «pillado» antes de lo previsto.Beneficios fiscalesEl cierre de la central nuclear de Garoña eliminará los beneficios fiscales que durante cuatro décadas han permitido el florecimiento de las poblaciones anexas a la planta atómica. Reflejo de ello son las guarderías, residencias de ancianos, colegios e instalaciones deportivas ubicadas en pequeñas poblaciones que, de no ser por la central, hubieran tenido que esperar años para poder acceder a servicios que en una ciudad son más que comunes.De ahí, que muchos consideren que el Valle de Tobalina debe optar a un «marco fiscal que permita competir en igualdad» con otras regiones, hasta que se compense la pérdida industrial que supone el cierre de la central. En este sentido, el alcalde del Valle de Tobalina insiste en que» el objetivo es que no se despueble la comarca y siga habiendo niños en nuestras escuelas en los próximos años».