La Vía de Bayona cumple seis años desde su recuperación

GERARDO GONZÁLEZ / BriviescaSacar del olvido la antigua ruta de los peregrinos jacobeos por la comarca burebana fue el objetivo que animó a 70 miembros de la asociación del Camino de Santiago de Burgos a recorrer el tramo Pancorbo-Briviesca en noviembre de 2006.En esas fechas prácticamente nada quedaba del pasado de esta ruta de peregrinación que, aprovechando las antiguas calzadas romanas, guió a miles de personas camino de Santiago de Compostela. Pese a su simplicidad, este acto puso en marcha una larga serie de iniciativas y trabajos que se han prolongado durante seis años aunando voluntades en su desarrollo.Una fecha clave en este proceso de recuperación y puesta en valor de la vía de Bayona fue el año 2009  cuando un entusiasta grupo, formado por miembros de la Asociación de Amigos del Camino de Santiago de Miranda y otros peregrinos, recorrieron la segunda etapa de la ruta jacobea en La Bureba.Partieron de la capital burebana y marcharon hacia la villa de Prádanos recorriendo las localidades de Castil de Peones, Revillagodos, Quintanavides y Santa Olalla hasta llegar a la ermita de Nuestra Señora de las Nieves, en Monasterio completando el trazado burebano.La tenacidad es una de las señas distintivas de los que acometen la ruta jacobea; y partiendo prácticamente de la nada, el colectivo mirandés se marcó el claro objetivo de sacar del olvido la Vía de Bayona.  Fue precisa una larga y detallada investigación en la búsqueda del antiguo camino jacobeo burebano desde su arranque en tierras galas hasta su término en Galicia, al que siguió la imprescindible señalización.Este proceso comenzó con simples flechas amarillas pintadas a lo largo del camino en los puntos principales; y así, los primeros peregrinos pudieron recorrerla tras siglos de olvido. A partir de ese momento, la suma de voluntades marcó un trabajo continuado, que aún hoy está en su última fase, trabajando en dos líneas definidas de actuación.La primera fue la adecuación propiamente dicha del camino en la que durante estos seis años colaboraron entidades públicas y asociaciones como ADIF, los ayuntamientos por las que discurre el camino y Adeco Bureba.Esta unión permitió que la traza jacobea primitiva entre Miranda y Monasterio fuera lenta pero continuadamente mejorada y señalizada eliminándose los puntos de riesgo para los peregrinos.La segunda línea de actuación fue la creación de una infraestructura de alojamiento para los peregrinos, imprescindible para un tramo que, por su longitud, requería de dos jornadas de camino.En ese punto la creación de la asociación de Amigos del Camino de Santiago Briviesca-Bureba fue un elemento clave para su consecución además de la decidida apuesta de varios Consistorios.Su resultado fue la creación de albergues de peregrinos en las localidades de Pancorbo,  Briviesca, Quintanavides y Monasterio de Rodilla, en un plazo muy corto, habida cuenta que se partía literalmente de cero.A lo largo de estos seis años y de forma simultánea la promoción y difusión de la Vía de Bayona ha ocupado un amplio espacio en las iniciativas de las asociaciones con conferencias, exposiciones y edición de folletos informativos.Su momento más importante fue acoger uno de los actos del noveno encuentro de asociaciones españolas del Camino de Santiago.