La zona de Garoña se quedará sin Reindus y sin central nuclear

J. C. R.  / BurgosLos senadores Ander Gil y Jesús Alique defencieron ayer en el Senado la necesidad de que el Gobierno implemente un Plan Reindus dotado con 25 millones de euros en la zona de influencia de la central de Garoña, más aún en un momento en el que la planta echará el cierre a las 00.00 horas del lunes y dejará sin empleo en los próximos meses a cerca de mil trabajadores de la comarca de las Merindades y Miranda.Alique defendió que el PSOE presentaba «enmiendas con el objetivo de ganar competitividad, como el plan de reindustrialización» que afecta a todo el Estado, pero especialmente «en algunas zonas como el plan específico para Garoña», ahora mucho «más necesario» una ves llegue el cierre.Los populares ya votaron en contra en el Congreso y ayer lo hicieron en el Senado. De hecho, el ministro de Industria, José Manuel Soria, apuntaba en octubre que toda actuación en el entorno de la central de Garoña estaba «sujeta a la disponibilidad de recursos» que, a su vez, «esta en función del cumplimiento del objetivo de déficit». Esa era la respuesta a un pregunta del socialista Ander Gil.Por otro lado, EH Bildu advirtió ayer del riesgo que supone «el cierre precipitado» que ha anunciado la central nuclear de Garoña ya que considera que la decisión viene determinada por intereses económicos y no garantizará la seguridad.El objetivo de la empresa propietaria de la central, Nuclenor, es que la actividad cese totalmente antes del 1 de enero, de manera que no tenga que pagar la nueva fiscalidad recogida en la Ley de Medidas Fiscales para la Sostenibilidad Energética, que se tramita en el Senado y que gravaría el volumen de metales pesados depositado en las plantas nucleares que permanezcan activas en esa fecha.