Garoña concluirá en breve el traslado del combustible a la piscina
Está previsto que la actividad, que se desarrolla desde el pasado lunes, 17 de diciembre, finalice entre los días 25 y 26 de este mes
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L. S. / ICAL / Burgos
El reactor de la central nuclear de Santa María de Garoña quedará libre de combustible en los próximos días hasta completar el traslado de material nuclear desde el reactor de la planta atómica hasta la piscina de almacenamiento. Está previsto que la actividad, que se desarrolla desde el pasado lunes, 17 de diciembre, finalice entre los días 25 y 26.
Una semana después de que diese inicio la anunciada parada del reactor de la planta atómica burgalesa, cientos de trabajadores de la misma han empleado los últimos siete días en el vaciado de combustible del reactor. De este modo, se ha sacado parte del uranio y plutonio del mismo, y se ha ido trasladando de manera secuencial a la piscina de almacenamiento donde habrá de permanecer en los próximos años, según informaron a Ical fuentes del comité de empresa.
Tras el 'apagado' del reactor hace una semana, se inició un nuevo periodo consistente en el enfriamiento del núcleo y traslado del material desde el reactor hasta la piscina de almacenamiento. En el proceso de enfriamiento se emplearon las jornadas del lunes y el martes, mientras que el tiempo que resta hasta el 25 de diciembre se utilizará para llevar el plutonio y el uranio hasta la piscina de almacenamiento.
El Consejo de Administración de Nuclenor anunció el viernes 14 de diciembre su decisión de anticipar el cese definitivo de la central de Santa María de Garoña (Valle de Tobalina, Burgos) con anterioridad al 31 de diciembre para transportar el combustible del núcleo a la piscina de almacenamiento con la que cuenta la instalación, según informó Nuclenor en una nota de prensa.
En este escenario, el Consejo de Seguridad Nuclear (CSN) acordó este solicitar a la titular de la central la remisión al organismo regulador del acuerdo oficial adoptado por el Consejo de Administración de esta empresa sobre la parada de la planta nuclear, «ante las diferencias existentes entre la notificación enviada al CSN y el comunicado de prensa emitido por la central al día siguiente».
De este modo, Nuclenor se ve obligada a remitir al CSN la información requerida. Mientras, y después de que el Ministerio de Industria no se haya plegado a la petición de las eléctricas, Nuclenor sigue insistiendo en que los nuevos impuestos que gravan a las eléctricas «dejan a la empresa fuera del mercado y obligan al cierre de la planta atómica».
En este sentido, Nuclenor considera que las nuevas tasas nucleares «supondrían para Garoña un extra-coste medio de 16 euros por cada megavatio/hora producido, es decir, un incremento del 27 por ciento sobre el coste medio de generación». De este modo, la propietaria aclarara que la suma de estos impuestos suponen 161 millones de euros, lo que equivale a 1,5 veces los ingresos previstos por Nuclenor por la venta de energía en 2013.