El Correo de Burgos

Vicario: «Los vecinos sufren con la paralización de la Junta de Ledanías»

El presidente de esta entidad supramunicipal alude a los vecinos de los pueblos, propietarios de los aprovechamientos en las 13.500 hectárea

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Burgos

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C. GARCÍA / Burgos

Hace poco más de un año, el 22 de diciembre de 2011, se constituyó la Junta de Ledanías, en una polémica sesión que quedó inconclusa por el abandono de los representantes, y actuales regidores, de Castrillo de la Reina y Hacinas, Galo Contreras y José Manuel Rey, respectivamente.

 Y desde aquel día, siete meses después de las correspondientes elecciones municipales, la Administración supramunicipal, en la que participan las localidades de Hacinas, Castrillo de la Reina y Salas de los Infantes, como hermanos mayores, y los integrantes del Concejo de Arriba: Monasterio de la Sierra y Arroyo de Salas, junto a los barrios administrativos de Terrazas y Castrovido, como hermanos menores, está prácticamente paralizada.

El motivo aludido por Contreras y Rey, para impugnar la reunión fue que requerían una votación para designar al presidente de la Junta de Ledanías, rechazando el sistema, en vigor desde hace más de 250 años, que establece, en base a la ley de la costumbre, que la presidencia recae en el representante del municipio de Salas de los Infantes.

En esta ocasión es Raúl Vicario, munícipe de la Agrupación Cívica Salense (ACS), el que ostenta la máxima responsabilidad de Ledanías, relevando en el cargo al anterior presidente, el exalcalde salense Fernando Castaño.

«Los vecinos de los pueblos, propietarios de los aprovechamientos en las 13.500 hectáreas, son los que están sufriendo la paralización administrativa de la Junta de Ledanías», comenta Vicario, que ve imposible que los representantes de Castrillo y Hacinas se retracten de su postura.

2.500 hectáreas

«Tenemos 2.500 hectáreas con aprovechamientos cinegéticos que están vedadas, para todos, vecinos y asociaciones de cazadores, por la falta de resolución a la que estamos abocados, y esto supone una pérdida de recursos que perjudica a la institución y a los habitantes», confirma el concejal serranomatiego.

Que insiste: «Estamos atados de pies y manos, no podemos luchar por la mejora de la gestión, ni sacar adelante propuestas de particulares o de la propia Junta de Ladanías, sólo los asuntos de trámite, que no necesitan de acuerdos o se pueden incluir en acuerdos de legislaturas pasadas, se llevan a efecto por la técnico y el secretario».

La situación está tan enquistada que «hemos sido incapaces de juntarnos para analizar una reciente propuesta del Delegado Territorial de la Junta, Baudilio Fernández Mardomingo, sobre aprovechamientos forestales».

Vicario tiene claro que «el camino para resolver la coyuntura, y mejorar la gestión de la Junta de Ledanías, es actualizar las Ordenanzas -que, aunque sus orígenes se remontan al siglo XIV, están fechadas en 1.685- valiéndose de informes históricos y jurídicos».

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