Paraíso serrano y cuna de Castillla

M. A. DE LA CRUZ / Burgos

La población se erige en las inmediaciones de la Sierra de la Demanda, bañada por el Río Arlanza, enclavada en uno de los sabinares más grandes de la península. Cuenta con multitud de recursos de agua pues nacen en sus laderas numerosos manantiales y posee fértiles tierras. Ambas cualidades hicieron que, desde la prehistoria, el lugar fuese apetecible para asentamientos humanos, favorecidos por las cuevas existentes. A todos estos factores se suma el hecho de poseer el lugar más mágico de  la cuenca del Arlanza, en plena Sierra de las Mamblas.  Un lugar tan maravilloso para la ubicación de un edificio emblemático para la historia de Castilla, se trata del Monasterio de San Pedro de Arlanza, considerado como Cuna de Castilla. Fundado el año 912 por el conde Fernán González y su esposa doña Sancha. Ambos fueron enterrados en este lugar desde que fallecieran en 970 hasta que, las dependencias del  cenobio fueron abandonadas a partir de la Desamortización de Mendizábal y fue preciso su traslado en 1841 a la colegiata de Covarrubias, donde se pueden ver sus sarcófagos.

Cuando el viajero va a San Pedro de Arlanza desde Covarrubias, tras coronar una pendiente y después de una pronunciada curva, lo primero que divisa es la torre del monasterio y abajo, en un recodo del río, la magna obra o, mejor dicho, las gloriosas ruinas de una de las más ambiciosas obras de la España condal del siglo XI.