Los accidentes mortales en el campo cuadruplican ya el total de 2012

M. M. / Burgos

Los accidentes mortales acaecidos en el ámbito rural de la provincia este verano cuadruplican ya las cifras alcanzadas en la totalidad del pasado año: cuatro fallecidos sólo entre julio y agosto, frente a un accidente mortal durante todo el año en Burgos y tres en toda la región. Los 90 heridos graves y un único herido leve en 2012 en la provincia, completan el balance provincial de siniestralidad laboral en el sector primario durante el 2012.

Cifras que si bien no son especialmente alarmantes si se comparan con las alcanzadas en la construcción, por ejemplo -con 203 heridos graves, 3 leves y 3 fallecidos-, sí reflejan la peligrosidad que también rodea este sector laboral, a la vez que abre la puerta al análisis de las posibles causas. Desde las agrupaciones agrarias sus responsables hablan de circunstancias fortuitas, ya que los hechos tiran por suelo cualquier intento de trazar un patrón común, que permita hablar entre las posibles razones, de avanzada edad de las víctimas, inexperiencia de gente joven sin formación en el sector agrari,o o del uso de maquinaria obsoleta.

«A todo ello puede sumarse quizás la confianza de quien lleva décadas realizando la misma labor, hábito seguramente erróneo pero extensible a todo profesional con años de experiencia», comenta desde Asaja Burgos, su secretario provincial, Esteban Martínez. «Despiste que puede sucedernos a todos sin importar los años que se tengan», añade. Algo que prueba la variada edad de los cuatro fallecidos en Burgos este verano: 67, 48, 73 y 40 años, respectivamente, en Espinosa de los Monteros,Cubillo del Campo, San Vicente del Valle y Vilviestre del Pinar. El último, este mismo martes.

La avanzada edad de los profesionales del sector agrario regional, y por extensión del burgalés, es una realidad que recogen las estadísticas anuales de las propias Administraciones. «Dando lugar a que más del 50% de los agricultores superen los 50 años de edad, e incluso más de un 10%, los 60 ó 70 años», cifraba el responsable regional de Asaja, Donaciano Dujo.

Evidente envejecimiento que en opinión de ambos responsables de Asaja, hacen urgentes las políticas y ayudas que inciten a los jóvenes a acercarse al mundo rural como un sector laboral con futuro, y a quedarse en él. «Algo que sí parece contemplarse tras la reciente revisión de la PAC, hoy en trámites».

La llegada de jóvenes al mundo profesional rural «es un soplo de aire fresco cada vez más frecuente», destaca Dujo, quien cifra en más de mil los inscritos este año como profesionales, «superando los 400-500 que teníamos hasta ahora de media», añade.

Explica que si bien algunos llegan por estar ya la familia vinculada al sector, muchos otros lo hacen tras ver en el campo un futuro laboral.«Y a todos, desde el primer momento, se les exige realizar una serie de cursos que los capacite como profesionales del sector», recalca.

A éstos se suman otras iniciativas y talleres sobre todo tipo de labores agrarias y ganaderas, «ya que la formación continua es uno de los pilares de Asaja», recalca Dujo, rompiendo de esta forma el falso mito de juventud como sinónimo de inexperiencia.

En cuanto a la maquinaria empleada, Martínez descarta que los accidentes producidos en el campo puedan derivarse del uso de vehículos y maquinaria obsoleta. «Y menos en el caso de la provincia burgalesa, donde se cuenta con uno de los parques de maquinaria agrícola más moderna», afirma, «además de ser una de las provincias que más ferias de maquinaria agrícola celebra cada año, todas con gran número de empresas vendedoras y de visitantes».

De hecho, el Ministerio de Agricultura cifró en 31,5 millones de euros los desembolsados en maquinaria por los agricultores burgaleses en 2012 -a los que se sumaron otros 1,4 millones de euros de vehículos de importación-, de los 167 invertidos por el sector en Castilla y León, siendo Burgos la que. por ejemplo, encabezó la venta de tractores, con 241 vehículos.