La Ribera del Duero se vuelca tras el incendio de la bodega Martín Berdugo

LORETO VELÁZQUEZ  / ArandaLa desgracia que en la noche del jueves vivió la familia Martín Berdugo, que vio impotente cómo su nave de elaboración se destruía pasto de las llamas, tras la caída de un rayo, se transformó ayer en solidaridad de políticos, amigos, vecinos y bodegas que no dudaron en ofrecer sus instalaciones para que puedan llevar a cabo la vendimia.  

«Hemos puesto tanto cariño en hacerlo lo mejor que hemos sabido que nos quedamos con este reconocimiento y con el apoyo que nos ha dado todo el mundo, desde el Consejo Regulador, Asebor, las bodegas, la Subdelegación de Gobierno, la Junta, el presidente de la Junta, los amigos, los vecinos y todo el equipo de Martín Berdugo; es el consuelo que nos queda», agradeció el gerente Antonio Martín Berdugo, que acudía por la mañana a la bodega junto a su familia y sus tres hijas.

Y es que, pudo ser peor. «Tenemos que estar agradecidos porque habíamos estado en la nave una hora antes con unos clientes», explica sin llegar a creer aún el alcance del siniestro. «Ayer me parecía una pesadilla, hoy me lo empiezo a creer», asegura consciente de que al menos, la uva no estaba en la bodega y que la nave de barricas y producto terminado, salió indemne.

Según han explicado los bomberos, el rayo alcanzó el servidor sobre las 21.00 horas, a la altura de la centralita y fue hasta el cuadro de la acometida eléctrica quemando a su paso todo el circuito eléctrico y la cubierta de madera, desde la parte sur hasta la norte.Más información en edición impresa