La Ribera, afluente de desarrollo y cauce de ideas

D. A. M. / Aranda

Aranda de Duero se convierte en la capital del turismo de la región como sede de una nueva edición del ‘Día del Turismo de Castilla y León’. Una celebración que bajo el lema ‘Turismo y agua: proteger nuestro futuro común’ pretende vertebrar los diferentes sectores que aglutina el mundo acuático en nuestra comunidad autónoma. Desde el turismo de aventura, a la gastronomía, pasando por la rama de la salud y el bienestar, sin olvidarse de los recursos medioambientales y de la sostenibilidad que ofrece el patrimonio natural de nuestros ríos y embalses, además de sus infraestructuras, -pantanos y o canales-.

La capital de la Ribera del Duero vive desde ayer, y en la jornada de hoy, dos días en los que la idea fundamental pasa por poner en valor los recursos del medio fluvial, la manera de influir en las administraciones públicas para que sigan apostando por el sector, sin olvidarse de las ofertas para la sociedad en general y los apoyos de las entidades privadas.

El Duero, como anfitrión, dio la bienvenida a iniciativas que se desarrollan en compañeros como el Pisuerga o el Carrión, además del Sil y los Arribes del Duero. Pero además, las lagunas de Neila, o el Lago de Sanabria también se aglutinan dentro de esos accidentes hídricos que desde la antigüedad han sido fuente de abastecimiento y desarrollo para el ser humano y que la sociedad castellana quiere seguir manteniendo en su cultura.