El Correo de Burgos

A LA BÚSQUEDA DE UN FUTURO MEJOR

Un Don Quijote del siglo XXI cabalga en Lerma

El abulense Jesús Jiménez recorre con su caballo Campeón la provincia, camino de Alemania para pedir un trabajo

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Burgos

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M. A. DE LA CRUZ / Briviesca

No es el ingenioso hidalgo Don Quijote de la Mancha con sus locuras por montera. Es un joven abulense, Jesús Jiménez, quien con su caballo Campeón y un bagaje de sueños y ganas de encontrar trabajo en Alemania, recorre los campos de Castilla rumbo a ese sueño alemán.  O no tan lejos, pues como él mismo argumenta, le daría igual «encontrar trabajo aquí en España o en Francia», pero subraya, siempre que sea «totalmente en regla».

Jesús Jiménez de 32 años -aunque a primera vista se diría más joven-, de movimientos relajados es afable y ameno en la conversación en la que participa pausadamente y con un gracejo particular. El rostro delgado y a pesar de su edad algo curtido, fruto de su trabajo en el campo.

En Alemania tiene trabajo en un picadero de la ciudad de Bergers y asegura que la pregunta que más le hacen por los caminos que recorre es por qué no vende el caballo y se va en avión a Alemania. Lo tiene muy claro, la situación en su casa, cuatro personas y un solo sueldo, buscando trabajo día tras día sin ningún resultado es lo que le ha impulsado a iniciar esta aventura con la que quiere  llamar la atención. Y lo está consiguiendo.

De su historia se han hecho eco programas como España Directo de Televisión Española, Televisión de Castilla y León o la BBC desde Londres.

Admite una comida, un bocadillo para el día, pero tiene muy claro «no admitir dinero, bajo ningún concepto». No quiere que la gente se confunda, y evita a toda costa que piensen que se está buscando la vida con la triquiñuela del caballo y la marcha hasta Alemania.

Inicio del camino

Salió el día 3 de octubre desde Ávila y alguien de los que le fueron a despedir dijo ‘pareces el Quijote de Ávila’, nombre con el que le conocen en su tierra. Con la mochila hecha, 15 euros en el bolsillo y una sarta de chorizos, son más de 1.900 kilómetros los que piensa hacer, si todo va bien, en cuatro meses, en jornadas de 15 kilómetros por día.

Lo mejor de este casi un mes que lleva caminando con su caballo «es -dice- la gente». Antiguas cañadas de ganado, caminos, veredas… todo vale para caminar. Evita las grandes ciudades por dos razones, intenta que Campeón no pise el asfalto ni el cemento «para que no le dañen en lo posible las herraduras». Y la segunda, como confiesa, porque en las poblaciones rurales «es más fácil encontrar ayuda, cualquiera te deja un corral, una cuadra o una nave para que pueda pernoctar el caballo», asegura.

Cuando llega a un pueblo, lo primero que hace es preguntar por el alcalde y explicarle su proyecto. «Las acogidas son muy buenas, me abren alguna dependencia del Ayuntamiento para poder pasar la noche y me buscan un lugar para Campeón. Casi siempre hay alguien que me invita a cenar a su casa o el cantinero del pueblo, y cuando parto por la mañana no falta algún bocadillo para echar en las alforjas», afirma agradecido.

Jesús explica que Campeón es un potro de pura raza española de 3 años. Su resistencia física no es la de un caballo hecho, así que no puede andar con él más de 15 kilómetros por día. Lo monta muy poco, jinete y montura van andando casi todo el trecho y la mochila la lleva Jesús a cuestas. Con el suplemento de kilómetros del sábado al no recibir ayuda en Cilleruelo, el domingo lo tuvieron de descanso pues el caballo «estaba reventado». En la jornada del lunes 21 de octubre llegaron a Torrecilla del Monte. Allí buscó a alguien que tuviera una explotación ganadera para inyectar a Campeón una buena dosis de antiinflamatorio, «pues venía dolorido de la paliza del sábado». En la primera casa que llamó le atendió Ana, que posee una granja de porcino, quien no dudó en dejar sus labores e ir a buscar jeringa y antiinflamatorio para aliviar a Campeón. Seguramente, Jesús, cuando acabe su aventura, podrá escribir un libro. Por supuesto no podrá llevar el título del Ingenioso Hidalgo, pero sí, tal vez, ‘Desventuras de un Parado de Ávila’, en el mes que se está creando empleo.

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