Caderechas persigue el sello de IGP para abrir nuevos mercados

GERARDO GONZÁLEZ / Briviesca

Conquistar nuevos mercados para la cereza certificada del Valle de las Caderechas es el principal objetivo de los titulares de la marca de garantía de esta fruta desde hace años. Por ello tras conseguir el marchamo el siguiente proyecto que se fijó el colectivo fue la obtención de la Indicación Geográfica Protegida (IGP) que reforzaría en los mercados nacional e internacional a la cereza del valle.

La obtención de este marchamo de calidad implica a la administración regional y Unión Europea por lo que su tramitación es larga en el tiempo por la gran cantidad de requisitos exigidos.

Según fuentes de la asociación actualmente este proceso se encuentra en la segunda fase quedando pendiente completar parte de la exhaustiva información requerida por la Junta de Castilla y León para este distintivo.

Del detalle que requiere la tramitación de este etiquetado da idea la necesidad de adjuntar documentos históricos que avalen la implantación de los cultivos en el valle.

Esto ha supuesto una ardua tarea de búsqueda en documentos que se remontan a casi un milenio hacia atrás ya que una de sus principales fuentes de datos son los archivos del Monasterio de San Salvador de Oña.

Otro factor que ha ralentizado el proceso han sido las dos campañas en las que la meteorología ha reducido sensiblemente la cifra de fruta certificada lo que llevó a los asociados a esperar y retomarlo este año que presenta mejores expectativas.

Uno de los puntos de importancia para la viabilidad económica futura es un aumento de la cifra de productores asociados que incrementaría las posibilidades de obtener este marchamo al aumentar el volumen de producción y superficie cultivada. Este ha sido uno de los motivos principales por los que se ha decidido apostar en primer lugar por la IGP para la cereza certificada dejando para un futuro la de la reineta, que también ostenta el marchamo de Marca de Garantía.

A nivel práctico la obtención de la IGP para la cereza del Valle de las Caderechas le supondría una sólida protección en los mercados tanto nacionales como europeos ya que el reglamento de la misma la ampara contra el uso comercial, directa o indirecta, de una denominación que se aproveche de la reputación de la denominación protegida.

Aunque actualmente esta protección ya está incluida en la Marca de Garantía se han detectado en el mercado cerezas no certificadas vendidas bajo el nombre de Caderechas con el perjuicio para los productores y el fraude que esto supone para el consumidor.

Para garantizar que se trata de un producto genuino el reglamento de la IGP incluye protección, a nivel europeo, sobre las características esenciales de los productos en el envase, la publicidad o cualquier otra práctica que pueda inducir a error al consumidor sobre el auténtico origen del producto.