La provincia depura ya las aguas de más del 98,3% de su población

Burgos

La provincia cuenta ya con un porcentaje de depuración de más del 98,30% de las aguas de  la población equivalente de la provincia, por lo que supera de este modo la media regional que se sitúa en torno al 97%, según señalaba ayer el consejero de Fomento y Medio Ambiente, Antonio Silván, durante su visita a la Estación Depuradora de Aguas Residuales (EDAR) de la localidad de Villadiego.

Tal y como informaba Europa Press, Silván destacó que la extensión de los sistemas de depuración en la región «viene muy condicionada por las singulares características territoriales, poblacionales y medioambientales influenciadas por la gran extensión territorial, el alto grado de dispersión demográfica y el patrimonio natural». Por ello, la Junta y el Gobierno central «trabajan de forma coordinada para alcanzar la plena depuración de las aguas a través del Plan Nacional de Calidad de las Aguas», destacó. Recalcó que, dentro del mismo, se consideran primordiales las actuaciones relativas a la depuración de localidades de más de 2.000 habitantes similares y las asociadas a la eliminación de nutrientes en depuradoras ya ejecutadas.

  Aseguró que en la actualidad, «el 97% de la población de los municipios de más de 2.000 habitantes de Castilla y León tiene garantizada la depuración de las aguas residuales, lo que abarca a una población de más 4,8 millones de habitantes», cifró el consejero.  

Silván explicó que la depuración de los espacios naturales se considera «un valor especialmente protegible que  permite ayudar a pequeños municipios que no disponen de medios suficientes». Recordó que se han ejecutado ya las infraestructuras de Sierra de Gredos, Picos de Europa, Hoces del Río Duratón, Cañón del Río Lobos, La Fuentona, Sabinar de Calatañazor y Lago de Sanabria, con más de 20 millones invertidos.

Un coste de 835.000 euros

La nueva dotación de Villadiego que ayer visitó Silván -donde estuvo acompañado por el presidente de la Diputación, César Rico, y el alcalde de la localidad, Ángel Carretón, entre otras autoridades-, ha supuesto una inversión de 835.000 euros-. «Y garantizará un sistema de depuración de calidad del agua para una población de unos 2.100 habitantes», destacó  Silván. Todo ello tras interceptar y transportar a la planta de tratamiento las aguas residuales mediante dos emisarios de 350 y 150 metros de longitud respectivamente, por ambos lados del río Brullés.

Las obras incluyeron también la realización de aliviaderos en los entronques de estos colectores con el saneamiento de la localidad, con el objetivo de evacuar directamente al río los excesos de caudal generados por los episodios de lluvia.

La línea de agua consta de un pozo de gruesos dotado con cuchara bivalva para la retirada de los residuos gruesos y flotantes, así como de un bombeo de agua bruta mediante tres bombas sumergibles y del tamizado de finos con un equipo rotativo autolimpiable.

 El agua, una vez desbastada se conduce a un tanque de hormigón de 300 m3 para, mediante un sistema de aireación prolongada, realizar el tratamiento biológico de las aguas residuales para enviarla posteriormente a un decantador secundario donde se produce la separación de la materia viva. El proceso concluye con la conducción del agua clarificada al río Brullés, tal y como establece la normativa europea. El fango, una vez deshidratado, se usará para fines agrícolas.