El Correo de Burgos

Nuclenor solicita la renovación de la licencia de Garoña hasta 2031

El Consejo de Administración de la central presenta la solicitud al Ministerio de Industria La decisión queda ahora en manos del Consejo de Seguridad Nuclear

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Burgos

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D. A. M. / Burgos

El Consejo de Administración de Nuclenor acordó ayer en una reunión extraordinaria pedir la renovación de la autorización de explotación de la central nuclear de Santa María de Garoña hasta 2031, y presentó la solicitud ante el Ministerio de Industria, Energía y Turismo. La planta atómica, que se encontraba en parada desde diciembre de 2012, alcanzará los 60 años de edad en funcionamiento, según un comunicado de la empresa propietaria, que está participada por Iberdrola y Endesa.

La solicitud, que va acompañada de la documentación necesaria para su posible tramitación, se realiza por tanto para un periodo que finalizaría el 2 de marzo de 2031.

La empresa considera que este plazo haría viable el proyecto y proporcionaría la «estabilidad y certidumbre» adecuada para acometer las inversiones precisas, según recogió ayer la agencia Efe.

La documentación incluida en la solicitud demuestra, en opinión de la empresa, que Garoña dispone de un adecuado control del comportamiento de las estructuras y equipos de la central que permite asegurar su capacidad para realizar las funciones de seguridad a largo plazo.

También incluye el programa de inversiones y modificaciones de diseño asociadas a las pruebas de resistencia y las Instrucciones Técnicas Complementarias del Consejo de Seguridad Nuclear.

En el escrito de solicitud, Nuclenor se compromete a desarrollar, antes de volver a cargar el combustible en el reactor de la planta, las modificaciones de diseño que fueron requeridas con anterioridad por el Consejo de Seguridad Nuclear (CSN).

Entre ellas se incluyen modificaciones sobre el aislamiento de contención, la independencia de sistemas eléctricos, protección contra incendios y nuevo sistema de tratamiento de gases de reserva.

Esta ampliación sigue la pauta de las nucleares de Estados Unidos cuya idea es la de alargar la vida de las centrales durante un periodo de seis décadas.

El país americano es el origen de la tecnología de la planta burgalesa que ha sido utilizada como referencia en las evaluaciones técnicas de operación a largo plazo por parte del Consejo de Seguridad Nuclear (CSN).

Comités y ecologistas

Desde el Comité de empresa de la planta, Pedro Sanmillán afirmó ayer a este periódico que esta notificación «es una buena», pero «no deja de ser un paso más» y advierte que «habrá que ver en qué términos se lleva a cabo toda esta gestión», en referencia a «las condiciones para los trabajadores» una vez que «se hagan todos los estudios, se sepa cuáles son los requisitos que exige el CSN y a qué precio se establecería el kilovatio en cuanto a rentabilidad», apuntó.

Mientras tanto, la Sociedad Nuclear Española (SNE) consideró «positivo» que Nuclenor haya pedido al Ministerio de Industria, Energía y Turismo, la renovación de la central nuclear de Garoña hasta 2031 porque es bueno que la planta «siga operando a largo plazo», de acuerdo con sus indicadores de funcionamiento «excepcionales».

En la misma línea se pronunció el Foro de la Industria Nuclear ayer, que mostró su satisfacción por la decisión de Nuclenor. En un comunicado en su página web, el Foro señaló que la electricidad producida por la central de Garoña equivale al 6% de la producción nuclear española y que alrededor de 1.500 familias dependen directa o indirectamente del funcionamiento de la instalación.

Por su parte, Ecologistas en Acción calificó de «delirante» la pretensión de Nuclenor de mantener Garoña en funcionamiento hasta el año 2031. La central, idéntica al reactor número 1 de Fukushima, «está en pésimas condiciones y su hipotética puesta en marcha supone un riesgo inasumible», afirmaron en un comunicado. Y apuntaron también que el funcionamiento estaría sometido a incertidumbres técnicas y políticas.

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