Del Río, «satisfecho» porque «se ha cumplido la voluntad de los arandinos»

IÑIGO CRESPO / Burgos

Satisfacción en el presente e ilusión por el futuro, de éste modo se puede resumir el estado de ánimo del empresario y propietario de la plaza de toros de Aranda, Victoriano del Río. La incertidumbre de un verano más caliente que nunca, donde «se ha impuesto el diálogo y el sentido común», señala, ha dado paso a la puesta de largo del coso y a la reapertura del inmueble dos  años después.«Hemos salido de un túnel», explica antes de subrayar que con la autorización municipal «se ha cumplido el deseo y la voluntad de la mayoría silenciosa de los arandinos».

Atrás han quedado dos cursos difíciles para Aranda y complicados para él. «Lo hemos pasado muy mal, han sido tiempos duros porque ver enquistado el desarrollo de uno de los proyectos más importantes de mi vida no ha resultado nada fácil», expone Del Río quien sostiene: «No quiero mirar atrás, es mucho mejor y más gratificante para todos mirar hacia adelante. En estos dos años se han contado muchas mentiras y una mentira mil veces dicha al final parece una verdad».

Las últimas noticias entorno al coso llegaron hace poco más de 48 horas con un pleno municipal muy tenso, donde los grupos de la oposición sacaron adelante una moción por la que se insta a la resolución del contrato de enajenación y construcción del coso taurino en el que se vincula al Consistorio con Toros Ricor; Acuerdo que tiene escaso vuelo al ser recurrido por el Equipo de Gobierno al entender que es nulo de pleno derecho. «Es todo un esperpento», reconoce Del Río. «Quienes apoyaron esa moción y cuestionan la legalidad de la apertura defienden exclusivamente intereses electorales», puntualiza el gestor madrileño. Más información en edición impresa