Alfoz de Santa Gadea recupera su pasado a la vez que cuida su futuro

El municipio de Alfoz de Santa Gadea puede presumir de hacer las cosas bien. Y así se lo ha reconocido este año la Diputación, tras otorgar al municipio el Premio Provincial de Medio Ambiente -categoría B1 y dotado con 7.500 euros y diploma-, y a una de sus pedanías -en concreto Santa Gadea de Alfoz-, con el primer premio de ‘Conservación del Patrimonio Urbano Rural’ -categoría B de entidades de entre 51 y 500 habitantes y dotado con 9.000 euros y diploma.«Algo de lo que estamos muy orgullosos, sobre todo porque es el fruto de más de una década de trabajo conjunto de representantes municipales y vecinos». Quien así habla es Ricardo Martínez Rayón, alcalde de la pedanía premiada de Santa Gadea de Alfoz, así como del municipio, bajo cuyo paraguas se engloba junto a Quintanilla de Santa Gadea y Higón.Explica que la decisión de presentarse surgió tras conocer la existencia de ambos certámenes a través de Ángel de la Fuente, el Agente de Desarrollo Local que el municipio comparte con los otros seis junto a los que forma la Mancomunidad Noroeste de Burgos. «Nos comentó que muchas actuaciones que por propia iniciativa llevábamos desarrollando desde hace doce años, eran contenido más que suficiente para optar a los premios».labor de todos Martínez confiesa que dichas actuaciones basan su puesta en marcha en dos pilares fundamentales, firmemente plantados desde que la nueva corporación inició su andadura en 2003. El primero, la aprobación en 2004 de las nuevas normas urbanisticas, «que se elaboraron pensando ya en lograr un esquema urbano homogéneo. En ellas se aunaron las pautas a cumplir por todos, y donde se atendía «tanto a la conservación de las tradicionales estructuras montañesas en madera y piedra, como a la incorporación de servicios en calles y plazas que dieron lugar a un conjunto rural limpio y ordenado».Y como segundo pilar, el interés en el cuidado medioambiental, con especial atención al logro de la implicación de vecinos, responsables políticos y ganaderos, «éstos últimos un sector destacado, al ser el municipio eminentemente ganadero».De ahí la puesta en marcha de un segundo proyecto, la reordenación de los montes del entorno, al ser cinco -entre públicos y privados- los que rodean el municipio, liderados por el inmenso Monte Hijedo. Para su trazado contaron con la ayuda de la Junta «a la que preguntamos qué pautas seguir», recuerda. «El resultado, un sistema de uso ordenado de estos espacios públicos y privados, al que se une el cobro de tasas acordadas entre todos».CUIDADO MEDIOAMBIENTALAsí, en el caso del galardón medioambiental, puntos favorables a la elección de su proyecto fueron, por ejemplo, el aprovechamiento ordenado y respetuoso de los recursos naturales con que cuenta el municipio; el control de la caza y sus recursos micológicos en sus montes, o la ordenada utilización de los pastos.Actuaciones ya en marcha desde años antes de la llegada del reconocimiento provincial, y que les dan beneficio económico -gracias al cobro de tasas-, pero también medioambiental. «Ya que, por ejemplo, los montes están limpios y se evitan los incendios, a la vez que se proporciona alimento a la numerosa ganadería vacuna y caballar existente en la zona», recalca Martínez.Iniciativas a las que suma el encargo de estudios de investigación de la flora y fauna del entorno, la creación de miradores y rutas turísticas o la recuperación de espacios degradados. Caso de una vieja charca o un vertedero, hoy convertidos en una reserva de anfibios y un parque de árboles autóctonos, respectivamente.MÁS EN EDICIÓN IMPRESA