El Correo de Burgos

Ernesto Tubia gana el primer premio de relatos sobre Igualdad

La mirandesa Ángela Martínez obtiene el tercer puesto con su obra ‘Carta a un indiferente’

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ESTEFANÍA MALDONADO / Miranda
Burgos

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El día de las representaciones, del riojano Ernesto Tubia Landeras, se alzó con el primer premio del XXI Concurso de Literatura Relatos de Igualdad de Mujeres y Hombres, organizado por el Ayuntamiento de Miranda. La obra de Tubia, elegida por el jurado entre los 35 relatos presentados en esta edición y que recibió un premio dotado con 600 euros más placa, está ambientada en un centro escolar.El texto refleja al alumnado en el día de las representaciones, cuando rinden homenaje a sus progenitores. Una niña relata una situación cotidiana en su casa, representando a una mujer maltratada que, gracias a la valentía y determinación de su hija, logra vencer su situación. «Los héroes no visten de capa, no vuelan y tantas y tantas cosas que dicen que hacen. Raquel sabía que su verdadero héroe era su hija», reza el texto.El segundo premio, dotado con 400 euros más placa, recayó sobre el título El subdirector, una narración acerca del acoso escrita por el vitoriano Juan José María Araitoarro García.La historia está ambientada en la redacción de un periódico y describe una jornada cualquiera en la que a un miembro de la plantilla, que ha sufrido discriminación a lo largo de toda su vida, le piden realizar un reportaje sobre la igualdad de mujeres y hombres.En tercer lugar, la mirandesa Ángela Martínez Santa Cruz recibió el tercer premio, dotado de 200 euros más placa, por su obra Carta a un indiferente, que versa sobre una profesora de filosofía que intentar imprimir en su alumnado el respeto y la igualdad. A consecuencia de una pregunta sobre la preeminencia de autores masculinos, se desata una discusión en el aula que concluye con una frase machista de un alumno a una compañera. La docente, preocupada, busca una vía para hacerles entender la importancia de la igualdad a través del ejemplo de una muñeca de porcelana que simboliza a las mujeres, que a lo largo de la historia «han sido tratadas como objetos, eran la arcilla que no tenía valor» y la clase entiende que es necesario tratar con más respeto.-Más información en la edición impresa-

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