3,2 de rebaja máxima a vehículos pesados en la AP-1

La aplicación de descuentos a camiones anunciada por los responsables del Ministerio de Fomento para la autopista AP-1, tiene una serie de condicionantes legislativos muy restrictivos, además de los puramente económicos de aportación estatal fijada en 5 millones de euros para todo el Estado. Si la modalidad a aplicar en la AP-1 fuera la anunciada por la máxima responsable de Fomento, la ministra Ana Pastor, en la presentación de los presupuestos para el próximo año la reducción del tráfico sería mínima.De aplicarse la denominada ‘hora-valle’ para pesados a nivel general en el caso de la tarifa más cara, tramo Castañares-Armiñon para pesados de categoría 3.2, sería de 3,20 euros sobre un peaje actual de 24,95 euros. Para el vehículo pesado más habitual en la N-I, vía a la que se pretende aliviar en lo posible del tráfico de camiones, sería de 1,69 euros en el mismo tramo para un pesado de clase 3.1, siendo el peaje actual de 13 euros.Cabe recordar que Pastor especificó -en la rueda de prensa que ofreció de presentación de los Presupuestos estatales de 2015 correspondientes a su departamento-, que «se trata de bonificar el peaje para aquellos camiones que no tengan inconveniente en viajar en un determinado horario, y que lo puedan hacer en las llamadas ‘horas valle’ gratis o con un menor peaje».Circunscribir la bonificación a los transportistas a las horas de menor tráfico por las autopistas lleva a la aplicación de una de las condiciones claves establecidas en el Real Decreto 286/2014 que regula, literalmente, «los criterios para la determinación de los peajes a aplicar a determinados vehículos de transporte de mercancías en autopistas en régimen de concesión de la Red de Carreteras del Estado».En este marco legislativo se recoge para su aplicación de forma general a todas las autopistas españolas, además de concretar específicamente las pertenecientes a la Red Transeuropea de Carreteras como la AP-1, un breve pero conciso artículo dedicado a los «descuentos, reducciones y exenciones».El articulado concreta que los descuentos «no han de superar el 13% del peaje abonado por los vehículos pesados equivalentes sin derecho al descuento o a la reducción». Una sola ‘agarradera’ ofrece la oportunidad de reducir el peaje sin esta limitación incluida en el artículo, donde se fijan las modulaciones de aplicación a los peajes.Así, se fija que «los peajes también podrán modularse con objeto de reducir la congestión o el deterioro de las infraestructuras, optimizar el uso de las mismas o mejorar la seguridad vial», se detalla en el texto normativo.En este apartado del RD no está considerado como descuento de peaje a camiones que podría evitar el límite del 13%, pero en contrapartida, fija la condición de que «se ofrezca una reducción de peajes a los vehículos que viajen durante períodos de menor demanda de tráfico y se prevea un aumento de peajes en los períodos de mayor demanda en el mismo tramo de carretera».Una tercera posibilidad es la indicada por el secretario general de Infraestructuras, Manuel Niño González, tras la pregunta del senador popular por Burgos, Jaime Mateu, sobre la fórmula a aplicar con el fin de derivar el tráfico pesado de la N-I a la AP-1.Niño citó la experiencia en Gerona con la N-II y la AP-7, en colaboración con la Generalitat de Cataluña, calificándola como «bastante satisfactoria para el interés general».En cuanto a esta cuestión, añadió que «vamos a seguir practicando esta política en otras carreteras, como es el caso concreto de la N-1, paralela a la AP-1, donde pretendemos desviar un gran número de vehículos pesados por la autopista de peaje».Cabe recordar que el motivo por el que se prohibió la circulación de pesados, con un descuento del 50% en el peaje, en un tramo de la N-II respondía a las obras de desdoblamiento que el Ministerio de Fomento está ejecutando en la misma.MÁS EN EDICIÓN IMPRESA