El Correo de Burgos

El gerente de Easy Fuel desmiente las acusaciones sobre su gasolinera

César Arévalo anuncia que emprenderá acciones legales por «amenazas» y «coacciones»

La estación de servicio de Easy Fuel, ubicada en Lerma, durante la visita de los inspectores el sábado.-MIGUEL ÁNGEL

La estación de servicio de Easy Fuel, ubicada en Lerma, durante la visita de los inspectores el sábado.-MIGUEL ÁNGEL

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D.S.M. / Burgos
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Obligaciones legales o guerra de precios. La polémica está servida tras la visita de dos funcionarios de Aduanas de la Agencia Tributaria el pasado viernes a la gasolinera low cost de la compañía Easy Fuel, ubicada en Lerma. Todo parece indicar que la batalla entre las tradicionales estaciones de servicio burgalesas y este nuevo modelo de negocio será ardua y duradera. También en los juzgados, ya que el administrador de la gasolinera de bajo coste, César Arévalo, asegura que emprenderá acciones legales contra su supuesto denunciante -el gerente de la estación de Repsol, próxima a la suya- y, al menos, uno de los inspectores.El motivo de la actuación, relata Arévalo, fue para solicitar el código de identificación minorista (CIM), «que no tengo por qué tener», ya que «no vendo gasóleo profesional». Además, desmiente que se precintaran los surtidores y un camión de suministro. De hecho, sostiene que «fui yo quien llamó a la Guardia Civil» porque «se presentaron de manera amenazante y coaccionando a mis empleados de una forma muy despectiva con la clara intención de cerrar la gasolinera durante el fin de semana».Siempre según su versión, el cierre de la estación de servicio en la tarde del viernes se debió al «miedo» de la empleada que allí se encontraba en esos momentos, dado que «le dijeron que si no cerraba el peso recaería sobre ella» mientras «no la dejaron ni llamar por teléfono».La segunda visita, esta vez con Arévalo presente, se produjo el sábado por la mañana. El ambiente, tal y como explica el responsable de Easy Fuel Lerma, se caldeó hasta tal punto que «uno de los inspectores se me encaró». También asevera, de cara a una futura reclamación a la Agencia Tributaria, que tiene «todo grabado por las cámaras» y «testigos», puesto que «el inspector, que no se identificó, echó a los clientes de la gasolinera».-Más información en la edición impresa-

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