Unas 50 carreteras cortadas y 1.800 estudiantes sin cole

Tal y como estaba previsto, no faltaron las nieves y las bajas temperaturas -que durante todo el día de ayer tuvieron signo negativo-, y que tiñeron ayer de blanco gran parte de la provincia, además de los muchos percances que trajo consigo. Uno de ellos, la imposibilidad de acudir a las aulas para casi 1.800 estudiantes de la provincia, siendo imposible a la mayoría de los autobuses escolares realizar las rutas habituales. Uno de los pocos que sí pudo realizarla fue el encargado de la ruta de Santa María del Campo, lo que no impidió que 150 niños de la comarca tuvieran que quedarse en casa. Asimismo, y también en la zona del Arlanza, el rastrillo lermeño de los miércoles, se encontró más desamparado que otros días, aunque no faltaron algunos valientes.Sin embargo, el mayor de los percances fueron los más de 150 tramos de más de 50 carreteras de la provincia, que al cierre de esta edición se encontraban cortados en gran parte por causa de la nieve. Así como por el hielo generado a lo largo de la noche del martes al miércoles, recrudecidas con temperaturas bajo cero que sufrió toda la provincia a lo largo de prácticamente todo el día de ayer.De nuevo, no supuso ninguna sorpresa el hecho de contar con el cierre de los puertos de La Sia, La Lunada, La Mazorra y Las estacas de Trueba desde primera hora de la mañana, que trajeron consigo la preocupación de las localidades de la zona norte, desde donde, el cierre de estos enlaces, dio lugar al temor a la incomunicación.Uno de los incidentes fue el acaecido ayer en las cercanías de Valdorros, en torno a las 9,18 horas, cuando una furgoneta encontró una placa de hielo en la carretera y acabó chocando contra el lateral. El resultado, tres heridos leves, aunque fue necesaria la intervención de los bomberos al ser imposible a los ocupantes, salir del vehículo accidentado.Una de las zonas que se vio especialmente afectada en sus carreteras fue la Bureba, donde el temporal que arrecia en la comarca y su capital con toda su dureza, cerró numerosas carreteras y ralentizó el día a día en la ciudad.La fuerte helada nocturna que llegó a medianoche del martes a 4 grados bajo cero congeló la fina capa de nieve y agua que cubría las calles de Briviesca desapareciendo con las primeras luces del día al subir las temperaturas. Alivio momentáneo que se convirtió, a primeras horas de la tarde, en nuevas complicaciones para peatones y conductores, pues la nieve cayó de forma ininterrumpida en la ciudad durante más de doce horas. De hecho a las 19 horas resultaba imposible circular a más de 10 kilómetros por hora en el casco urbano, ya que más de cinco centímetros de nieve y una fuerte nevada caía en la capital burebana. La capa de nieve alcanzaba ya los quince centímetros en las aceras, haciendo inútil el esfuerzo de la mañana de los empleados municipales por hacer transitables las calles.En las dos carreteras principales, N-I y AP-1, el tráfico fue complicado en momentos puntuales. El principal incidente registrado en la N-1 tuvo lugar en torno a las 19,23 horas, a la altura del kilometro 290, en Calzada de Bureba, cuando el cruce de un camión causó el cierre total de esta nacional en ambos sentidos, desviándose todo el tráfico por la AP-1 a la altura de Briviesca.En la comarca burebana los efectos también fueron notorios, especialmente por Oña y Busto de Bureba donde la nieve y el hielo obligado a cortar de nuevo la carretera BU-504 hasta La Aldea del Portillo, siendo necesarias cadenas para llegar a Calzada de Bureba.La otra carretera cerrada por la nieve y el hielo fue la BU-710 entre Briviesca y Belorado y la circulación era muy complicada en la carretera de Briviesca a Cornudilla y su enlace con la N-232 al igual que la CL-633 desde Poza de la Sal hasta la villa cornudillense.