Las Merindades hace frente común tras las inundaciones

Los alcaldes de las zonas afectadas por las inundaciones de la pasada semana y pertenecientes a la Confederación Hidrográfica del Ebro (CHE) mantendrán en breve una reunión, «porque algo tendremos que decir y trasladar tras lo sucedido». Así lo aseguró ayer el alcalde de Medina y diputado provincial de la zona, José Antonio López Marañón, quien explicó que «queremos que de la misma salga también un texto donde se recojan las sugerencias de todos los alcaldes», siendo el siguiente paso solicitar un encuentro con la Confederación, «y entre todos llegar a conclusiones para la prevención, que es lo que procede», añadió.López Marañón fue uno de los alcaldes presentes durante la visita que el delegado de la Junta en Burgos, Baudilio Fernández-Mardomingo, y del presidente de la Diputación de Burgos, César Rico, realizaron ayer a las zonas más afectadas por las inundaciones en Merindades y la Bureba, quienes mostraron la firme voluntad de ayudar a los afectados desde ambas instituciones. Con el objetivo de conocer ‘in situ’ el alcance de los daños, la comitiva institucional recorrió las devastadas instalaciones de los campings de Trespaderne y Frías cubiertos de nivel y hielo tras el temporal que siguió a la riada.Sobre el terreno, pudieron comprobar la devastación que sufrieron los campings de Trespaderne y Frías, así como el polideportivo municipal de la primera y las zonas de cultivo de la segunda. En la ciudad fredense la situación es aún más complicada en la zona de acampada, ya que el agua se llevó por delante más de una veintena de metros de la ribera, y con ella la canalización de abastecimiento de agua y alcantarillado.Además, el gestor del área señaló que no puede hacer nada para restablecer el abastecimiento de agua y electricidad hasta que la CHE determine qué hacer con este derrumbe pues es competencia exclusiva del ente fluvial la decisión e intervención sobre el terreno.López Marañón incidió especialmente en la cuestión preventiva señalando que «una avenida como esta puede darse también por una fuerte tormenta en verano donde está todo el mundo tranquilo a la orilla del río». De forma muy diplomática, afirmó que «la Confederación sigue una política que puede ser correcta pero que se entiende muy mal desde los pueblos que sufrimos este tipo de sucesos», reprochó, recordando que «el mundo rural vive de la ganadería, pastos y agricultura».Así, para buscar una solución factible, el edil medinés pidió «primero que nos escuchen porque aunque la Confederación tiene unos técnicos que seguramente hacen un trabajo perfecto, también hay que escuchar a los lugareños, que son los que saben qué hace el río al enfadarse».El llamamiento a la prevención de López para evitar daños fue ratificado por los otros ediles presentes en la visita -Trespaderne y Frías-, sobre que ninguno de los ayuntamientos recibió el viernes aviso alguno desde la CHE sobre el posible desbordamiento.Líneas de subvencionesEl presidente de la Diputación afirmo que «en estos momentos tenemos líneas abiertas de subvenciones, como son caminos rurales y ciclos del agua para los daños que pudieran haber sufrido las depuradoras». Señaló que «es imprescindible conocer la valoración de los peritos, que en muchos casos no se podrá hacer hasta que se elimine la nieve».A partir de contar con los pertinentes informes Rico afirmó que «la Diputación tiene una cierta capacidad de maniobra para ayudar a los ayuntamientos en la reparación de lo imprescindible». En este sentido, Rico remarcó que «la propia ley establece como medidas extraordinarias y urgentes lo que nos da capacidad de reacción rápida», indicando que «se acortan así muchísimo más los plazos, aunque siempre a la espera de las valoraciones que son imprescindibles conocer».Por su parte el delegado de la Junta recordó la línea de préstamos subvencionados por el Gobierno regional en 2,5 puntos, participando también Diputación en el caso de núcleos de menos de 20.000 habitantes, a través de Iberaval. Fernández-Mardomingo recordó que el importe máximo «será de 150.000 euros con siete años de amortización y dos de cadencia», especificó.Y anunció que la próxima semana «convocaremos a los negocios afectados de Trespaderne, Frías y Valle de Tobalina para citarse con un representante de Iberaval y empezar la tramitación», concretó. Encuentros que continuarán también con los empresarios perjudicados de Medina y Villarcayo en breve.